IV

1K 108 5
                                    

Narra ______.

Estaba entrando a la escuela, aunque fui una de las primeras lo cual me sorprendió porque siempre llegó tarde pero anoche Rose me obligo a dormir temprano y bueno, aquí me tienen.
Todo iba bien hasta que empecé a escuchar una discusión en uno de los salones, me acerqué cautelosamente a aquel salón donde encontré a nada más y nada menos que a Jennie y Taeyong.

— ¿Dónde estabas ayer? -preguntó él enfurecido.

— E-estaba en mi casa ya te lo dije. -con la mirada baja y con las manos temblorosas le contestó Jennie.

— Ayer pasé a tu casa y me dijeron que aún no habías llegado, así que vuelvo a preguntar ¡¿Dónde estabas?! -Esta vez Taeyong la acorraló contra el pizarrón donde también dio un fuerte golpe, haciendo que Jennie se sobre saltará por eso.- ¿Estabas con las lesbianita esa, verdad? ¡Contéstame! -nuevamente golpeó el pizarrón.

— Tenía que reunirme con ella para hacer el trabajo, ya lo sabes.

— ¡¿Cinco horas?! Escúchame bien Jennie, si tan solo me engañas con esa perra, vas a ver cómo te va, ¡¿Oíste?! -jalo de su cabello con gran brusquedad, quería partirle la cara a ese imbécil pero sabía que si iba, le iba a ir peor a Jennie así que solo me límite a apretar la pared, mientras que Jennie asentía con dolor.- Bien, hoy espero que no la veas y vayas al campo para animarme.

Jennie otra vez asintió y Taeyong salió del salón, por suerte el cuarto del conserje estaba a lado del salón así que rápidamente me metí allí. Taeyong miró mal la puerta ya que en el mismo momento que salió del salón yo estaba cerrando la puerta, por suerte no reviso su interior y solo se marchó, fue entonces que salí del cuarto notando que ahora Jennie estaba sentada en el suelo llorando con la espalda recargada en la pared.
Ese hijo de perra de seguro no es la primera vez que le hace esto.

— Hey, ¿Estás bien? -camine hacia ella con lentitud mientras la miraba con mucha preocupación.

— Si es solo que mi abuela falleció. -Miente, ¿Por qué lo hace? No la voy a juzgar.

— Oh ya veo, te entiendo la mía falleció hace mucho así que logro sentir tu dolor. -me senté a lado suyo, sobando cálidamente su hombro.- pero no creo que sea esa la razón por la que lloras.

— ¿Me estabas espiando? -mierda en qué me eh metido.

— Fue sin querer, quería entrar al salón cuando te vi a ti y a Taeyong discutiendo.

— Si bueno, no quiero que lo vuelvas a hacer.

Asentí con tristeza al mismo tiempo que apartaba mi mano de su hombro, pero ella me miró también con tristeza por eso, ¿Acaso está mujer es bipolar?

— Tus manos son calidas. -dijo ella mientras limpiaba sus lágrimas.

— Me lo dicen muy seguido para ser sincera,pero muchas gracias. -ambas sonreímos sin embargo la de ella era amarga.- Y emmm, ¿Pensaste ya lo del tema?

Silencio, cielos es el silencio más incómodo que había tenido, la entiendo pues ver a una chica idéntica a ti un siglo antes no es muy cómodo; ella trago con mucha fuerza, pero para mí sorpresa tomo mi mano, haciendo unas ligeras caricias allí.

— Haremos el tema de las chicas, pero con una condición. -Mire atentamente su rostro ya que era algo raro que lo quisiera hacer.- que el anciano no este cuando estemos trabajando.

No pude evitar reír por su petición pero si no le decía que si, probablemente ya esté con otra pareja de trabajo.

— Claro, yo le diré que no esté presente, entonces, ¿Es una promesa?

Two World's Resurrection. (Jennie y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora