Capítulo 1

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Estaba mirando hacia el horizonte, podía sentir la arena en mis pies, y como lentamente se cubrían por las suaves olas del mar; cuando repentinamente, sentí como alguien tomo mi mano con delicadeza y ternura. Subí la mirada y era él; el chico con el que había estado soñando los ultimos días. Era un chico alto, con cabello rizado y largo, sus ojos eran color marron oscuro y tenía una sonrisa perfecta...

Estaba a punto de decirme su nombre cuando de repente sonó la maldita alarma.

-¡Despierta, vas a perderte de tu primer día de clases en tu nueva escuela!.- Gritó mi mamá desde la puerta de la otra habitación

Traté de ignorarla y así poder dormir unos minutos más pero insistió.

Bajé a desayunar, cuando de pronto vi a una señora sentada en la sala hablando con mi mamá.

-Hija, te presento a nuestra nueva vecina.- Habló mi mamá

-Hola mucho gusto, solo venía a invitarlos a cenar mañana con nosotros, para que nos conozcamos más ya que ahora somos vecinos, y se que te vas a llevar muy bien con mi hijo, son casi de la edad.- Dijo la señora muy amablemente y con entusiasmo.

-Gracias por invitarnos señora, estoy muy segura de que podremos ir a cenar con ustedes.-le respondí.

...

Iba camino a la escuela cuando se acercó a mí un chico asustado, pidiendome que lo escondiera y que no les dijera en donde estaba. Le dije que se escondiera detras de unos autos abandonados que estaban a nuestro costado; Yo no entendia nada, lo único que podía pensar en ese momento era ¿De quienes se escondía? ¿A quiénes no queria que les dijera en donde estaba?, todo estaba ocurriendo muy rapido, ni siquiera pude alcanzar a distinguir su cara, lo único que pude ver bien era como venía vestido el chico asustadizo. Todo cobró sentido cuando vi a un grupo de chicos enojados corriendo hacia el lugar en donde yo me encontraba.

-¿En dónde está ese marica?.- Me gritó uno de ellos.

-No te lo diré, déjalo en paz.-Le conteste enojada y con voz firme. Él se enojó aún más, me tomó fuertemente del brazo y siguió gritando.

- ¡Dime en donde esta ese marica!- Lo empuje y le dije que se había ido hacia la dirección opuesta a la que estaba el chico; los chicos corrieron hacia donde les indique.

El chico salió de atrás de los autos, me dio las gracias y se fue corriendo; otra vez no alcancé a ver su cara. Maldición.

Estaba recorriendo los pasillos de la nueva escuela, estaba nerviosa, sentía que todos me observaban y cuchicheaban cosas sobre mi. Parecía una pesadilla.

Cuando llegue a la clase que me tocaba a lo lejos vi a ese chico, lo estaban molestando un grupo de idiotas, pero lo curioso era que no eran los mismos bravucones de antes, estos parecían ser atletas, además, ellos eran más de nueve idiotas; entre chicos y chicas.

Me acerque los más rapido que pude y les dije que cual era su problema los empuje y saque al chico asustadizo de ahí.

Al alejarnos de los idiotas rápidamente, por fin pude ver su cara.

Era un chico pecoso, con cabello no muy largo, era casi tan blanco como la nieve, sus ojos eran color miel y utilizaba lentes con mucho aumento.

-Gracias de nuevo por salvarme- Me dijo con una sonrisa y dándome la mano.

-No hay de que- le respondí de igual manera, con una sonrisa.

Hubo silencio durante unos segundos, pero no era un silencio incomodo, era un silencio lindo, como si nos conociéramos de toda la vida;

-¿No tienes nombre?- Le dije de manera sarcástica esperando a que me dijera su nombre, lo cual hizo

-Me llamo James, James Schmirnovich-Respondió amable.

-¿Schmirnov? ¿Quién diablos se apellida así? Jamás había escuchado ese apellido-Le dije riendo; lo dije en forma de broma, no para hacerlo enojar.

-JA JA! probablemente no lo habías escuchado ya que es un apellido Ruso, nada común aquí en U.S.A-Lo dijo con una ceja arriba y sonriendo ligeramente.

Había entendido mi broma perfectamente, eso me agrado mucho ya que las personas normalmente me ven como una persona grosera y sarcástica y no suelen entender mis bromas o comentarios.

Algunos dirían que por ser una persona que cambia de ciudades o países mucho tendría muchos amigos, pero ese no es mi caso.

Durante toda mi vida solo he tenido 4 amigas y hace mucho que no las veo (Alejandra, Michel, Alexandra y Fernanda), porque son de México y hace mucho que no voy.

Agradezco tener pocas amigas ya que pienso que las personas de muchos amigos y que conocen a "todo el mundo" suelen ser personas que tratan de agradarle al mundo aparentando ser otras personas con otras personalidades, con otras preferencias, con otros gustos e incluso con otros problemas. Les aseguro que si todas esas personas se demostraran realmente como son, no tendrían tantos "amigos". Y menos los gringos, la mayoría son un fastidio, no sé cómo se aguantan entre ellos, se creen los dueños del mundo solo por ser estadounidenses, piensan que U.S.A es un continente y piensan que solo existe su país y Canadá, México, Colombia, Venezuela, Rusia, China, Alemania, Reino unido y Australia. (Algunos también no saben que existen las mayoría de los países que mencione)
....

James y yo habíamos charlado por un rato, y me di cuenta de tres cosas en el poco tiempo que llevábamos de conocernos.

La primera; teníamos mucho en común. La segunda;. Y la tercera; no le había dicho mi nombre jaja.

-Oye, me acabo de dar cuenta de algo...-Me miro misteriosa y coquetamente.

-De que?- Respondí algo nerviosa, solo lo veía y sonreía como estúpida.

-De que no me has dicho tu nombre... ¿Acaso no tienes nombre?- me dijo sarcástico con una ceja levantada y con una leve sonrisa, como hace unos horas que me dijo su nombre.

-Te atreves a usar mis propios hechizos contra mí, Potter?-Se rio- Me llamo ____  Ivanovva- Le dije con una media sonrisa.

-Y dices que mi apellido es raro JAJAJ.-Dijo entre risas-Te apellidas "Ivannova"-Pronuncio mal el nombre y eso que es ruso.

-Se pronuncia Ivanov(e) con acento ruso para tu información.-Jugué- Aparte, me gusta mi nombre así como es, no es feo y no es común, eso también es una de las cosas por las que me gusta- le dije seria pero jugando

-Oye, yo nunca dije que tuvieras un feo nombre, de hecho es muy bonito, y me gusta porque es raro y lo normal es aburrido- me sonrió y me sonroje. Me odio :(

Después de un rato cada quien se fue a sus respectivas clases y quedamos en vernos a la salida.

Caminamos juntos hacía nuestras casas sin saber que éramos vecinos; si, él era el hijo de la señora que nos invitó a cenar esta noche.


Unas horas más tarde...

Tengo que contarles que la cena fue un éxito, nuestros familiares se agradaban y ellos también tenían muchas cosas en común e íbamos a estar viéndonos aún más seguido.

Accidentalmente Enamorados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora