Billie secuestra a Margot.
Margot Young.
Quiero estar sola
Sola contigo, ¿eso tiene sentido?
Quiero robar tu alma
Y esconderte en mi cofre del tesoro.
No es lo mío ser tan mala
Eres todo lo que quiero
Solo déjame sostenerte
Como un rehén.
¿Será?
Déj...
Abrí los ojos poco a poco, acostumbrándome a la luz que entraba por la ventana.
Me tallé los ojos con mi mano hasta que me di cuenta que Billie estaba abrazándome.
(Algo así)
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No sabía qué hacer, así que simplemente la dejé ahí... sin moverla, sin quitarla, nada.
Fue cuando me percaté que tenía una sonrisa leve en mi cara.
¿Qué mierda me estaba pasando?
¿Por qué pensaría que Billie MI SECUESTRADORA es adorable mientras duerme?
Quiero decir, que sea mi secuestradora no le quita lo adorable.
Pero ese no es el punto.
Suspiré profundamente, y empecé a mover a Billie tratando de despertarla.
-Ummm.-dije en bajo con una voz de ronca de recién despertada.-Billie...-susurré mientras la movía por los hombros.
Al ver que no despertaba intenté moverla un poco más fuerte.
-Billie... Despierta.-dije más alto, empezando a ponerme impaciente, rodando los ojos.
Soy una persona muy impaciente, así que intenté quitar a Billie sin importarme nada.
Tuve que utilizar un poco más de fuerza.
Y MIERDA... la tiré de la cama.
Me tapé la boca con mi mano, jadeando.
-¿Qué caraj-?.-Billie se puso de rodillas, levantándose.- ¿Es en serio? ¿No podías despertarme normal como cualquier otra persona sin recurrir a esto?.-dijo en un tono enojada.
Dejé escapar unas risitas.
-Lo siento, traté de hacerlo pero tienes el sueño muy pesado.-volví a reír.
-¿Te parece gracioso?.-arqueó una de su ceja.
Me encogí de hombros y empecé a reír.
Billie agarró una almohada y empezó a pegarme con fuerza.
Usé ambas de mis manos como protección mientras reía.
Fue hasta que caí de espaldas al final de la cama, y Billie se subió encima mío.
Empezó a darme almohadazos en mi cara, pero ya no tan bruscamente.
Hasta que me di cuenta que con cada almohadazo ella hacía movimientos de arriba hacia abajo.
Quería dejar de reír pero no quería tener que incomodar la situación.
Pero como muchas veces, o la mayoría de las veces no me importa una mierda, dejé de reír.
La miré a los ojos, y quise poner la peor cara posible y decirle que se baje inmediatamente de mí.
