La desaparicion de Myrtle

170 8 1
                                    


(Por favor lean la descripcion primero)


Esa mañana abrió los ojos como si sólo hubiese parpadeado. Fue la primera vez que su sueño no fue asaltado por diversas imágenes que no le pertenecían. "Yo no tengo sueños, solo memorias" recordó haberle dicho a esa chica tan curiosa, porque era cierto, sus sueños solo eran imágenes reproducidas en primera persona, inducidas por espíritus pasajeros de la noche y todo se debía a que, dormido sus sentidos se adormecen y permitían que el canal que lo conectaba con el otro mundo se dilatara y memorias de personas llegaran hasta él

¿Cuántas veces había despertado a sus compañeros de cuarto con gritos? Había perdido la cuenta de las veces que salió corriendo de su habitación inducido en el recuerdo del asesinato de un ser amado. Johana, Tom, Luise , Jack eran tantos que no los recordaba.

Y ahora se encontraba ahí, tieso en la cama observando el techo poco iluminado y oyendo a sus compañeros dormir.

Se levantó con tranquilidad y parado en medio de la habitación aprecio la momentánea tranquilidad como si el mismo castillo estuviera dormitando. Por primera vez se sintió en paz en aquel lugar, aquella neutralidad que se obtiene en casos especiales. Sin darse cuenta sus pies lo guiaron fuera de la sala común y comenzó a caminar.

Se dedicó a explorar el castillo mediante el tacto de sus pies descalzos, la alfombra de los pasillos, la piedra rasposa de las galerias, los escalones de madera del primer piso, y el mármol de los grandes pasillos.

Adoraba cuando se sentía asi, esa relajacion de cuerpo, mente y alma que a veces resultaba peligrosa. Como se mencionó antes, Mugen tiende a estar más conectado a los espíritus es este tipo de estado, entonces una emocion en estado puro lo abatiria de tal forma que cambiaria todo en él, desde su estado de animo hasta su explosiva forma de comportarse.

Sonrió al ver al Sir Nicolás y cada tanto observaba la estructura del castillo, se sentía pleno y feliz. Sabía lo que llegaría a suceder si continuaba andando en ese estado pero no podía concentrarse, una intuicion le dictaba que debía continuar con cada paso y él no se negaría en absoluto.

El marmol del suelo se volvio humedo e incomodo al tacto y el aire se volvió frio y pesado. Un nudo se instaló en la boca del estómago y sintió nauseas. Comenzó a agitarse y una puntada de delor en la nuca le devolvió todo el peso de su cuerpo. Su corazón se acelero y solo quiso correr, huir de allí lo más pronto posible. Corrio chocando con todo lo que tenia en frente sin detenerse a recapacitar en nada, los ruidos lo aturdieron tanto como era posible y al fin llego a su sala comun.

Solo se sentia su respiracion, estaba solo. Se quitó su remera, tenia frio pero se sentía ahogado. Se llevó la mano al cuello instintivamente. El nudo de su garganta seguía allí, cayó de rodillas sintiendo como crecía. Las paredes lo estaban aplastando y el solo deseaba poder irse a su vida de antes. Libre, y con... Anna, pobre Anna ella le estaba esperando y él ahí sin poder hacer nada para arreglarlo.

No supo cuanto estuvo allí pero cuando levantó la vista de su miseria la luz exterior lo encandiló, la pieza estaba en silencio y las camas vacias. Ahora que lo recordaba de camino hacia alli se había cruzado con varias personas, lo que significaba que lo habían visto en pijama y además... que se estaba perdiendo el desayuno.

Comenzó a cambiarse, su cuerpo estaba pesado como una piedra, lentamente se puso su uniforme y de camino al comedor se arregló la "bata" de estudiante, estaba vacío, al igual que las relucientes mesas de roble. Suspiro con pesadez, "anda a saber que hora es..."

Arrastro los pies hacia el aula de transformaciones. Al entrar la profesora interrumpió abruptamente la lección y lo miró con reproche.

- Me parece que llegas un poco tarde - se podían contar los puntos restantes en su ceño fruncido. Él solo respondió con un monosilvato dispuesto a entrar - no querido, tus clases acabaron hace rato- solo le dirigió una mirada vacía, no tenía ganas de hablar. - tu clase es historia. 20 puntos menos para Gyffindor - dijo tan cortante como solía ser cuando estaba en papel de profesora.

La desaparición de Myrtle la lloronaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora