Tengamos una cita, Shizun.

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Bajo los ligeros rayos de sol dos figuras, maestro y discípulo, esposo y esposo, caminaban hombro con hombro, entre un pequeño mercado en las calles de la Ciudad Shuanghu. A Luo Binghe le gustaba venir de vez en cuando a visitar esta ciudad que había dejado una impresión en él, y Shen Qingqiu no podía decirle que no a ese par de ojos llorosos que esa mañana le habían pedido salir a caminar un poco por este lugar.

Shen Qingqiu disfrutaba el tiempo que pasaba en casa, con Luo Binghe atendiéndolo y molestándolo en ocasiones, pero el salir a su lado tampoco era algo que le desagradara. 

El sonido de los pies de los niños que pasaban corriendo a su lado distrajo un poco al mayor, haciéndose a un lado para no intervenir con la carrera acelerada de los pequeños. 

Al parecer habían llegado justo a tiempo para un modesto festival que daba lugar anualmente. El ambiente alrededor era animado, con incontables puestos al lado del sendero donde vendían cosas como juguetes demasiado artísticos para la mano de un niño, lámparas hechas de papel o simplemente comida para entretener a las personas que atendían la celebración. 

Shen Qingqiu también noto que, a pesar de haber una gran cantidad de niños, había demasiadas parejas en el lugar. A donde quiera que uno posara su vista una joven pareja feliz y enamorada era encontrada. El maestro se giró para observar a su discípulo, quien miraba sonrojado hacia adelante, consciente de su situación. Cuando Shen Qingqiu estuvo a punto de abrir la boca para reprenderlo por su plan malvado de arrastrarlo aquí y tontear como esas parejas, Luo Binghe se le adelantó.

“Shizun” murmuró mientras lo encaraba, “no esperaba que hubiera tantas parejas alrededor. ¿No cree Shizun que nosotros... n-nos vemos igual para los ojos de otras personas?” para cuando terminó de hablar, las mejillas de Luo Binghe ardían en calor, observando nerviosamente a su esposo. 

Shen Qingqiu sintió que todo el enojo repentino que sintió un segundo atrás se derretía tan solo por esa tímida mirada. 

Este desvergonzado discípulo realmente no planeaba esto, ¿verdad? ¡Ah! ¿Qué voy a hacer con él?

Tosiendo para aclarar su garganta de repente seca y escondiéndose detrás de la seguridad de su abanico para cubrir el rubor en sus mejillas, Shen Qingiqu contestó, “Imposible. Esos jóvenes claramente están en sus primeras citas. Este viejo maestro ya no está hecho para cosas como esas, las personas pueden notarlo” 

Luo Binghe asintió repentinamente feliz, “Shizun tiene razón. Nosotros no podemos lucir como aquellos en sus primeras citas porque nosotros ya estamos casados” 

Si no fuera porque Shen Qingqiu se esforzaba por siempre mantener una presencia distinguida y correcta, habría tropezado hace un segundo. “¡Binghe!” 

“Tan solo hago saber lo que deber ser mencionado, Shizun” Luo Binghe se había inclinado lo suficiente como para susurrar justo al lado de la sensible oreja de Shen Qingqiu, quien no creía poder sonrojarse más. Entre los pliegues de sus túnicas y mangas largas, la mano cálida de Luo Binghe busco la de su Shizun, escondiendo el agarre con la tela de sus ropas. 

“Luo Binghe, compórtate” Shen Qingqiu se soltó de la mano que sostenía la suya. 

Un momento antes de que Luo Binghe comenzara a soltar sus lágrimas, sintió un roce en su mano recién liberada, como una invitación a que volviera a sostenerla. Shen Qingqiu aceleró unos pasos, giro la cabeza hacia Luo Binghe y sonrió ligeramente. 

Luo Binghe sonrió de vuelta sabiendo que a su Shizun le gustaba cuando él le insistía hasta lograr lo que quería, “Shizun, espérame...” 

Unos minutos después, con el sol comenzando a esconderse en el horizonte, con más personas reuniéndose en el lugar para mantener el familiar y cálido ambiente animado en celebración, Luo Binghe y Shen Qingiqu habían caminado sin descansar. Mano con mano escondidas entre la ropa se acercaron hacia un par de puestos, distrayéndose con las fruslerías de algunos lugares. Luo Binghe realmente no estaba muy interesado en ello, observando de cerca cada expresión de incredulidad de su esposo al no entender qué era lo que estaba frente a él.