El club del pasillo 66 #1 ✔️ En edición

Capítulo 16

—¡AHHHH! ¡PUTA MADRE! —grito al mismo tiempo que West dobla en una curva y nuestras rodillas casi tocan el asfalto.

West suelta una carcajada y acelera más, si eso es posible.

Miro a mi derecha y veo a dos motos tratando de sabotearse mutuamente. El golpe de los metales chocando me revuelve el estómago. Los dos se dicen groserías y suelto un grito cuando uno de ellos choca al otro y sale volando con su moto. Mi respiración comienza a fallarme. Giro mi cabeza a mi izquierda y, a nuestra misma altura, me encuentro con Marcus. Él va inclinado hacia adelante mientas gritaba eufórico. Nuestras miradas se encuentran y su sonrisa se ensancha, divirtiéndose al verme asustada. Este acelera con intención de pasar a West pero mi compañero se anticipa a su maniobra.

—Oh no... —jadeo.

Un camión de carga viene de contramano a velocidad rápida y solo hoy un carril. Si West no puede esquivarlo, chocaremos.

—West —pronuncio su nombre con desesperación.

—Cuando diga ya, te inclinas a la derecha y te sujetas fuerte ¿Vale? -grita a todo pulmón para que logre escucharlo.

No tuve tiempo para responder cuando ya teníamos el camión a unos metros.

—¡Ya!

Cierro los ojos y hago tal cual sus indicaciones. El camión pasa a toda velocidad por nuestro lado rozando levemente nuestras piernas. Son milésimas de segundos cuando ya estamos de nuevo incorporados y retomando el recorrido. West suelta un grito de victoria y esbozo una sonrisa inconsciente, que la borro inmediatamente. Abro mis ojos al acordarme de Marcus. Me despego un poco de West y miro hacia atrás. Mi cabello tapa mi visión pero pude divisar a Marcus a unos metros más atrás. Suelto un suspiro de alivio y me vuelvo a sujetar de West.

—Casi...

—No comiences a quejarte o te dejo aquí tirada —amenaza.

Cierro mi boca y la irritación de su presencia comienza a afectarme.

Luego de unos minutos conduciendo a la luz de la luna, noto que West agarra otro camino, uno más desolado. Me pongo nerviosa y me separo más de él, sabiendo que ahora estamos solos en un descampado, de noche. De a poco, tratando de que no se note, va disminuyendo la velocidad.

¿Querrá llevarme a un lugar que no me escuchen para matarme?

Dramática.

No me sorprendería que lo hiciera.

Aflojo mi agarre y me inclino a un lado de su rostro.

—Éste no es el camino correcto. —Traté con todas mis fuerzas de no sonar asustada.

West me devuelve la mirada.

—Lo sé.

Una pequeña gota de desconfianza me hace sentir insegura. Doy leves golpes en su hombro llamándole la atención.

—Quiero bajarme —increpo.

West me ignora y sigue andando. Frunzo mis labios enojada y esta vez lo golpeo más fuerte.

—Te dije que quiero bajarme —exclamo.

Puedo escuchar como suelta un gruñido y estaciona la moto a un costado del camino. Bajo rápidamente para obtener una distancia considerada. Miro a mi alrededor, buscando algún indicio de en dónde nos encontramos, pero mi búsqueda queda en el fracaso. West se queda mirándome a través de la oscuridad de su casco.

—¿Por qué estamos aquí? Quiero volver.

—No llegaremos a ningún lado si me pides bajarte, Blair. Es lógico.