CURA MIS HERIDAS |PAUL LAHOTE|

Capítulo 17

—¿Qué cojones...? —Pregunté totalmente asombrado, mi pequeña estaba detrás de mi igual de sorprendida, delante de nosotros había un enorme lobo negro y color caramelo. —¿Adam?

El lobo me miró asustado y asintió, jodido Adam, era un hombre lobo, claro, su padre es Quileute, fácilmente tiene el gen. Fruncí el ceño y saqué mi teléfono y llamé a Sam, él sabría qué hacer.

—¿Qué pasa, Paul? —Contestó Sam al tercer tono.

—Adivina, ¿qué tiene cuatro patas, una cola, y se ha transformado por primera vez? —Pregunté con sarcasmo mientras mi pequeña ponía los ojos en blanco.

—¿Dónde estás? —Preguntó súbitamente serio.

—En casa de Lisa, justo en el cuarto de su hermano. —Contesté hasta que me quedé totalmente serio, si Adam se había transformado... ¿Lisa también podría?

—Voy para allá. —Dijo Sam antes de colgar rápidamente, seguramente tardaría poco en llegar. Vi como Lisa se acercaba y acariciaba el cuello del lobo, se quedó jugando con el lobo de dos metros mientras me quedaba mirándola fijamente, ¿y si al transformarse no se imprima en mí y me deja solo y tengo que aguantar ver como se enamora de otro tío? Ya estoy desvariando, desde que salgo con mi pequeña, me siento muy infravalorado.

Sam, Jared y Embry llegaron en menos de cinco minutos y se quedaron fijamente viendo como Lisa acariciaba dulcemente el pelaje de Adam, Sam se adelantó y tranquilizó a Adam.

Lisa vino a mi lado y salimos del cuarto totalmente destrozado de Adam, no quería que viera a Adam desnudo, por lo que la llevé a nuestro cuarto y esperé mientras se ponía el pijama en el vestidor mientras yo me ponía mis vaqueros rasgados y me quitaba la jodida camiseta, realmente odiaba la ropa extra en mi cuerpo. Después de unos quince minutos, escuché a Sam, Jared, Embry y Adam bajar las escaleras y salir por la puerta, seguramente se fueran al bosque a enseñarle las normas, leyes, límites y demás cosas sobre la manada. ¿Por qué tenía que unirse el imbécil en la manada? Como dije hace tiempo... ¡Jodido Karma!

—Lobito, ¿estás bien? —Susurró Lisa mientras saltaba a mis brazos y me abrazaba con fuerza.

—No sé... ¿Por qué demonios se transforma Adam en lobo? —Pregunté con el ceño fruncido como un puto crio, pero me daba igual parecer un inmaduro.

—Ay... ¿Estás celoso? —Preguntó con una sonrisa y me daba besos por el cuello. —No tiene nada de malo que sea un lobo, no significa que dejes de ser mi lobito, lo sabes, ¿no?

—Tienes razón, pequeña. —Susurré mientras la daba un beso, pero queríamos más, por lo que nos empezamos a besar un poco más, y como no, ya tenía una erección, ¡parezco un puto adolescente! Mi pequeña y yo bajamos al salón y pusimos una película en la enorme pantalla plana, era jodidamente enorme y perfecta, si pudiera, me acostaría con esa televisión. Mientras veíamos una de las series que la gustaban tanto, me puse a pensar en que pasaría si Lisa se transformaba en lobo, sería una puta pasada correr por ella por el bosque.

Después de cenar, Adam entró por la puerta con gesto de cansancio, parecía más alto y más musculoso, lo normal en los tíos, y parecía que ya había aparecido en su brazo el tatuaje de la manada en él. Lisa se levantó y lo abrazó con fuerza, él también la abrazó y por una jodida vez no estaba celoso, y no sabía por qué.

—Lisa. —Dijo Adam totalmente serio. —Me he imprimado.