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Yoongi bajó las escaleras y salió de la casa. Caminó a paso rápido hacia el único parque de la ciudad. Era una mañana nublada, y parecía que llovería en cualquier momento. Maldijo no haber llevado una campera, hacía frío.

Se sentó en un banco de madera y recorrió el parque con la mirada, buscando a Jimin. A lo lejos lo vió venir caminando lentamente, con su cabello rosado volándose hacia atrás por el viento que era cada vez más fuerte, y las manos en sus bolsillos.

Yoongi agachó la cabeza al verlo y espero a que llegara al banco. Éste se sentó a su lado, con una expresión rara. Cuando Yoongi lo miró, se dió cuenta de que algo le sucedía, se veía serio.

—Hola Jimin.

—Hola —frunció los labios— ¿Cómo estas? Escucha, ayer en tu cumpleaños no pude darte tu regalo...

—¿Estás bien? —Interrumpió Yoongi mirándolo fijamente.

—Si, si. Estoy bien, gracias —respondió en voz baja. Metió una mano en el bolsillo de su campera celeste de abrigo, y le extendió una pequeña caja azul.

Yoongi la tomó dudoso, no era necesario que Jimin le diera nada. Tragó saliva y lo abrió frente a él.

Levantó frente a su rostro una delicada cadena de plata con un dije redondo.

—Jimin, no tenías que hacer esto

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—Jimin, no tenías que hacer esto.

—Lo sé, es solo que pasó algo de tiempo y pude pensar muchas cosas. Se que tu hiciste tus cosas malas conmigo, pero yo también las hice contigo. Fue mi error no ser honesto, y con esto quiero que sepas que siempre te llevaré en mi corazón... De mi parte no hay resentimientos —sonrió.

Yoongi observó el dije en su mano por unos largos segundos sin decir nada y suspiró, recordando lo mierda que había sido con él al robarle todo su dinero. ¿En que carajos estaba pensando al hacer esa estupidez? En ese instante se dió cuenta de algo: ¿como no iba a odiarlo Taehyung?

—Gracias Jimin —lo miró a los ojos— Siempre estaré agradecido por todas las oportunidades que me has dado, y porque sé que me amaste a pesar de todo lo malo que hice.

Jimin asintió, y sus ojos se cristalizaron.

—Quisiera que quedemos como amigos, no solo como ex o primos...

—No lo sé Jimin... —negó con la cabeza. Todavia no estaba listo para eso.

—Bueno, sin presiones. Pero sabes que estoy aquí por cualquier cosa.

—Está bien... —intentó ponerse la cadena.

—Déjame que te ayude —la tomó de sus manos y se acercó para ponérsela.

Yoongi agachó la mirada al tenerlo tan cerca.

—Listo —Jimin sonrió y se alejó un poco.

Del Odio Al Amor, Hay Una Botella De Ron © (Primos 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora