7-Buenas noches... Louis

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El día siguiente amaneció tranquilo, Louis se levantó mucho más tranquilo, tenía que admitir que la conversación que mantuvo con Styles le había ayudado muchísimo, por su mente no dejaban de sonar las palabras que el chico le había dicho, ¿tendría razón? ¿se merecía él ser libre y feliz? después de todo lo que había hecho no podía ni entender el porqué Styles había sido tan bueno con él, para nada se lo merecía. El gryffindor si que parecía feliz y ¿libre? en realidad eso solo lo puede saber él pero parecía que si, después del día anterior no podía negar que era muy buen chico, él sí que se merecía algo así, ¿envidiaba a Styles?.
Tenía muchas preguntas sin respuesta, pero lo que sí sabía es que su relación con ese chico había cambiado algo, se sentía mucho más tranquilo y quizás en el fondo le apetecía llevarse mejor con él, pero es algo que tardaría mucho en admitir.

Bajó a la sala común y se dió cuenta de que él gryffindor ya se había ido, probablemente a desayunar. Quien si se encontraba allí, eran sus 3 mejores amigos, habían quedado para ir al pueblo a pasar la mañana y comer, ya que los domingos era su día de descanso y después del día anterior, a Louis te apetecía alejarse un poco del mundo real y simplemente ser un niño pasando el rato con sus amigos, lo que realmente debería ser.

Dieron un paseo hasta llegar a Hogsmeade, Gigi y Zayn insistieron en ir a comprar chuches porque según ellos, les ayudarían a estudiar mejor, como si ellos de por sí estudiaran mucho. Llegaron a Honeydukes, la mejor tienda de dulces del pueblo y según los chicos, del mundo. Era un pequeño establecimiento con las paredes y toda la decoración de tonos rosas y verdes, con grandes estanterías llenas de todo tipo de chuches, aunque lo mejor sin duda era el olor dulce que desprendía a varias calles a distancia. Compraron varios tipos de golosinas y por supuesto las famosas ramas de chocolate, las favoritas de Louis y partieron hacia las tres escobas a tomarse una cerveza de mantequilla.

Se sentaron en una pequeña mesa de madera y pidieron las cervezas. A Louis le encantaba ir a ese lugar y quedarse durante horas riéndose con sus amigos, hablaban de todo y de nada a la vez y se lo pasaban genial, quería mucho a esos chicos, eran su familia.

- Y tu qué enano- lo llamó Gigi- desde que te echaste un amigo nuevo nos tienes abandonados- dijo haciendo una pose dramática mientras sus amigos se reían.

-No es mi amigo que dices, solo somos...¿compañeros?

- Ya es un progreso- apuntó Zayn- he de decir que sus amigos son buena gente, me caen bien.

-Que fuerte Louis y Zayn conviviendo con gryffindors, Gigi porfin están creciendo- dijo Eleanor riéndose.

- jaja muy graciosa Calder, pero que excusa tienes tú, estás súper desaparecida.

Louis notó como tras sus palabras Eleanor se sonrojaba levemente, conocía demasiado bien a su mejor amiga y sabía que algo, o más bien alguien, pasaba por la cabeza de la muchacha.

-Calla anda, lo único que pasa es que como tu te vas, no voy a ir por ahí con estos dos de sujetavelas.

-OYE!!! ahora va a ser culpa nuestra y todo- dijo la pareja al unísono.

Los 4 se echaron a reír tras ese comentario, la verdad es que a Louis le gustaba mucho la relación de sus amigos, nunca los dejaban de lado y siempre que salían juntos no tenían la necesidad de estar todo el rato uno encima del otro, eso era porque además de ser pareja, eran mejores amigos y era algo muy bonito que Louis admiraba mucho, era el tipo de relación que él deseaba.

Comieron allí y pasaron la tarde entre chuches y charlas, "despidiendose" de la tranquilidad antes de que tuvieran que empezar a estudiar.

Por otro lado, Harry se levantó muy temprano, nada más abrir los ojos se encontró con la silueta de Tomlinson durmiendo en la cama de al lado, intentó salir de la habitación haciendo el menor ruido posible y se dirigió a la biblioteca para estudiar. Había convencido a Kendall, Liam y Niall para que fueran con él y pasar el domingo entre libros. Él de por sí solía empezar pronto a estudiar para los exámenes, pero ese año con las semanas que llevaba, le hacía falta más que nunca, y a sus amigos tampoco les venía nada mal.

Pasó la semana y mientras pasaban las clases, los alumnos de Hogwarts llenaban sus agendas para las próximas semanas, la mayoría se pasaba los dias en la biblioteca. Louis era un gran alumno, pero Historia de la Magia le estaba amargando el curso y necesitaba concentrarse para aprobar, lo que le faltaba era suspender alguna asignatura.

El sábado, a las puertas del final de la semana, el director llamó a Harry y a Louis a su despacho. Los chicos desayunaron cada uno por su lado y luego se encontraron en la puerta del gran comedor. Su relación se podía decir que no iba mal, mantenían pequeñas conversaciones cordiales y por lo menos se hacían la convivencia amena. No habían vuelto a hablar de la conversación que tuvieron en las rocas, aunque tampoco se habían visto mucho por los exámenes.

Dumbledore les hizo pasar, les pregunto por como iban académicamente y en la convivencia, a lo que los alumnos respondieron que ambas iban bien dedicándose una pequeña mirada, algo que Dumbledore no pasó desapercibido, alegrandose de que poco a poco la relación de los chicos fuera mejorando.

-Como sabéis os dije que aparte de convivir juntos os pondría otro castigo, y sé que estáis en días complicados por los estudios, pero os tengo que pedir que órdeneis algunos de los documentos de los archivos que se quedan por el medio molestando.

Los chicos se quejaron sin éxito, ya que por mucho que dijeran, el director no cambiaría de idea.

Llegaron a su sala común y ya les habían dejado allí los documentos que tenían que ordenar y meter en cajas. Se pusieron a ello y quedaron en hacerlo durante toda la semana cuando llegaran de estudiar poco a poco.
Tuvieron pequeñas conversaciones que amenaron la conversación, principalmente centrándose en el quiddich, ya que se iban acercando los primeros entrenamientos oficiales. Ambos se alegraban de poder estar en la misma habitación sin querer matarse.

Las horas les empezaban a pasar factura, sobretodo a Harry, ya que sus horas de sueños cada vez eran menos y no conseguía descansar, algo que Louis notó en la mala cara que llevaba ese chico.

-Sabes qué- empezó Louis- déjame terminar a mí con esto, acuéstate y sigues mañana.

-Nono enserio no voy a dejarte aquí con todo esto-Empezó a balbucear hasta que Louis lo frenó.

-Harry- el chico le prestó atención frente a la sorpresa de que lo llamara por su nombre- enserio acuéstate, yo aún no tengo sueño y tu estas muerto déjame acabar.

El chico seguía sorprendido así que le hizo caso y se levantó, no sin antes decirle algo que llevaba un rato pensando desde que el otro chico se lo habia mencionado, aunque conociendo la relación que hasta hace poco tenía con ese chico, pareciera una locura.

-Oye si lo necesitas, puedo ayudarte algún día con Historia de la Magia, así te devuelvo lo de hoy.

-Acepto, mañana hablamos de ello- se despidió el Slytherin.

-Buenas noches... Louis.

- Buenas noches Harry.

Se sonrieron mutuamente y Harry se fue a la cama, necesitaba asimilar que le estaba pasando, porque algo le pasaba y nadie podía negarlo.

Casualidad o Magia | Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora