Capítulo 1

352 31 5
                                    

(El día final es la última vez que Sergio y Raquel volvieron a verse luego del atraco, a partir de allí se empieza a contar hechos en distintos puntos. Todo es en relación a los años transcurridos desde ese hechos. Ahora si, ya saben si les gusta, comenten y que lo disfruten)

5 Años después del día final. Portugal, Lisboa.

Raquel

-No me importa Tom! Si tienes que llamar al parlamento, a la República o  al presidente hazlo! Pero consigue esa autorización para esta noche porque vamos hacer ese show como sea! Confío en ti, adiós.- Necesitábamos esa autorizaron más que nada, el bar estaba al máximo de su capacidad y no podíamos perder la oportunidad de tocar.

-Veo que no perdiste el poder de convencimiento inspectora.- Giré la cabeza para ver a Daniel parado frente a mi, revolee uno de los trapos de arriba de las mesas en forma de enfado en su cara. "inspectora" eran palabras que al día de hoy seguían poniéndome los pelos de punta.- Igual es fascínate, si llega a conseguir la autorización gracias a tus molestias constantes, juro que lavaré las copas del bar por un mes entero sin quejarme.

-Eso me encantaría verlo.- se acercó a mi y plantó un suele beso en mi cabeza y yo me abracé a su abdomen. Tom y Daniel eran lo más parecido a una familia que tenía allí, sin contar a los niños claro.

 

Las luces de ese bar llamaron mi atención, estaba dando vueltas por las frías calles de Portugal hace varios minutos sin rumbo fijo.

Entré y me posicioné en la barra, mi cabeza estos últimos días era una una locura, apoyé la cabeza entre mis brazos y de pronto sentí que alguien estaba parado frente a mi.

-¿Mal día?- un vaso de tequila reposaba frente a mis ojos.

-Mala vida diría yo.-tomé el vaso de un sorbo lo sentí bajar como fuego por mi garganta.- Creo que necesito otro de estos.- pero mire mi vientre y maldecí.- mejor suspéndelo, ¿tienes agua con hielo?- el muchacho me trajo el agua helado y se quedó tras de la barra que nos dividía.

-¿Por qué tienes esa cara tan larga?- miré al desconocido que trabajaba en aquel bar.-No te había visto ninguna otra noche por aquí, ¿primera vez que vienes?.

-Me acabo de mudar, digamos que escapo de mi pasado.

-Eso es un error, escapar del pasado digo, inevitablemente te vuelve, siempre vuelve.- miré al chico de quien no conocía su nombre y por un instante temí que me reconociera.- Lo digo por experiencia propia, al pasado hay que soltarlo, no esconderlo.

-Voy a ver si tengo suerte con ello.- le dediqué una sonrisa, al menos hizo que mi cabeza deje de pensar en la tortura que era mi vida en los últimos días.

-Soy Daniel, pero todos me dicen Dan.

-Raquel, sin apodo.

-Mucho gusto Raquel sin apodo.- nos estréchanos las manos, sin saber que esa noche comenzaría lo que hoy es una amistad maravillosa.

Empezar de cero, luego de un golpe tan duro nunca es fácil y hacerlo luego de perder al amor de tu vida por tu culpa, es aún peor. Empezar en una nueva ciudad lejos de todos, sin amigos, sin empleo y con el corazón roto es casi como caminar sobre fuego. Por suerte y no puedo estar más agradecida a la vida, llegaron a salvarme y hacerme ver que debía seguir adelante.
El bar, es como mi Segundo hogar y la música me ayudó de manera terapéutica a superar el dolor.

"¡creo que descubrí lo que le falta a este bar!- mi panza de embarazada ya comenzaba a notarse un poco más. Dejé mi cartera en la barra y miré a Tom y Dan que me miraban expectantes.- ¡Música! No soy una Estrella pero, me defiendo. Ustedes me dijeron que tocan la guitarra ¿no? ¿Qué dicen si tocamos no lo sé, una vez a la semana y le damos otra cara a este bar?.- La idea era loca, pero a los chicos pareció agradarles.

• ENIGMA •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora