𝓹𝓵𝓮𝓪𝓼𝓮 𝓱𝓾𝓻𝓽 𝓶𝓮❦︎

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—Ah, hola, NamJoon Hyung. ¿Todo listo para su viaje a América?

Casi, me falta algo.

—¿Puedo ayudarle?

—Ya lo tengo resuelto, descuida.

—Por cierto, Hyung. El chico del que me habló, ¿todavía no consigue apartamento?

—¿YoonGi Hyung?

—¿Se llamaba YoonGi? ¡Ah, sí, él! Es que... Ah, ahora que TaeHyung no es mi roommate creí que... Sería malo que tenga que regresar a Daegu sólo porque te vas, ¡es decir! N-no te estoy culpando ni nada por el estilo.

—JiMin.

—¿Sí?

—Es demasiado pedir.

—¿Por qué? ¿Es un drogadicto? ¿Lo persiguen por antecedentes penal...?

—YoonGi padece insensibilidad congénita al dolor.

—¿Qué? 

[...]

La insensibilidad congénita al dolor es un conjunto de enfermedades hereditarias poco frecuentes, que se caracterizan porque la persona afectada no presenta sensación al dolor. Las señales y síntomas pueden incluir heridas, moretones, huesos rotos y otros problemas de salud que pueden pasar desapercibidos debido a la falta de conciencia de dolor.

 El caso del paciente Min YoonGi fue una enfermedad hereda de su difunta madre, presentada en la segunda década de su vida con síntomas precedentes. Ningún atraso motriz ni intelectual, producción de lágrimas normal al igual que el reflejo de córnea, articulaciones inflamadas con regularidad. Acompañad de una anosmia (Perdida del olfato) casi de su totalidad. 

La insensibilidad congénita al dolor no tiene cura.

—Buenos días, YoonGi Hyung —saludó alegremente al ver al chico de contextura delgada y semblante obscuro avanzar con desdén al pequeño living . Directo a prender la televisión.

 Rutina mañanera. Podía observarlo perfectamente desde el lugar de la cocina y conversar sin tener que hacerlo a gritos. 

Era un piso pequeño, lo necesario para que ambos tengan el suficiente espacio y la suficiente convivencia. 

Según la cuenta de JiMin debía esperar casi medio minuto hasta que el chico por fin podría volver en sí y saludar. 

—Ya son tardes, no tiene caso que digas días.

Corrigió con la voz tres veces más ronca de lo normal, sin mirarlo. Lo observó peinarse el cabello revuelto verde deslavado, pero sus mechones volvieron hacia donde estaban al inicio.

Por inercia también cepillo su cabello echando el flequillo hacia atrás. En ese instante su Hyung le regaló una mirada y JiMin le obsequió una sonrisa antes de que dejara de observarle.

—¿No tienes clases hoy? —preguntó al no ver la laptop café del mayor para abrirla y comenzar a teclear como si fuera un mal día o si tuviera mucha energía. 

A YoonGi no le gustaban las clases presenciales y JiMin creía que era lo mejor, no porque fuera malo que saliera. Al contrario, diariamente se desgastaba insistiéndole al chico menta lo muy bonito que era el exterior y como podría disfrutarlo, siempre y cuando estuviera con él). Si no que el momento adecuado sería cuando YoonGi comience a preocuparse tanto como lo hacía por él.

—Tengo tarea pendiente, lo terminaré más tarde.

Comentó cortante, levantándose después de verificar que no había nada interesante en el televisor, dejando sonar por el departamento el pronóstico del tiempo.

Hurt me [MYG+PJM] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora