¿Qué está pasando?

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Era jueves, la lluvia no paraba el día era bastante frío, llegué de la Preparatoria exhausta me había tocado exponer sobre ecuaciones de primer y segundo grado.
Cómo siempre llegué y avente la mochila al sillón, gritando y buscando a mi mamá como de costumbre.
• ¡Mamá! Ya llegué- Grite.
No obtuve respuesta alguna a mi llamado tan sutil que desperté a mi perrita, Zuka.
Zuka es bastante enérgica y todo el día corre por toda la casa en busca de acabarse la energía que siempre tiene. Pasaron unos minutos y llego mi mamá, con bolsas llenas de verdura y comida para el resto de la semana.
- Hola hija, ya Llegaste?, me lo dice viéndome sería esperando como siempre una pendejada de mi parte.
• Pues si mamá, sino no estuviera hablando contigo, pero bueno dime qué vamos a hacer de comer está semana, tengo ganas de ayudarte a ver si así se me despeja la mente de tanto estrés - , se lo decía mientras me pasaba las manos sobre la cara.
- Por ahora nada, hay comida para mañana también - contesto mi madre distraída.
• Está bien- Respondí mientras subía por las escaleras en dirección a mi cuarto.

Me quite el uniforme poniéndolo en su lugar y me puse algo cómodo, esa tarde planeaba dormir.
Por fin, pocos minutos más tarde caí en un sueño profundo, el cual fue bastante extraño, el lugar no lo conocía era nuevo para mi, tenía mucha neblina, parecía estar en medio de un bosque, había cabañas de tela, troncos en una forma en la que te pudieras sentar. Seguí caminando para asegurarme que había alguien ahí que me pudiese explicar en dónde estaba y como es que llegue ahí.
Después de unos minutos caminando una mujer hermosa sale de en medio de unos árboles llamándome por mi nombre.
- Atenea, por fin estás aquí, llevamos más o menos toda tu vida esperando a que llegara este día, pero ya que estás aquí acompáñame-.

Me tomo de la mano y me llevo a un lugar aún más extrañó, pese a que sabía que estaba rodeada de bosque, neblina y demasiado frío.
Entramos a un cuarto con muchos garabatos en el piso, dibujados con gis, o algo parecido.
- Toma asiento en un momento estamos contigo- Dijo aquella hermosa mujer con cabello rizado hasta la cadera, una falda larga y blanca que solo dejaba al descubierto sus pies, una playera de tirantes realzaba su hermosa figura.
No me dió ni tiempo de reaccionar ni de pensar en salir corriendo cuando llevan otros 2 hombres con ella, uno se acerca y me dice con cierto entusiasmo. - De verdad que eres tú? Por supuesto que eres tú, te espere tanto.
Mi reacción fue abrir los ojos y preguntarle, - ¿Que mierda esta pasando aquí?- Antes de escuchar una respuesta, me despertó el grito de mi madre diciéndome que bajara a comer, me percate de que estaba sudando, deseosa de volver a dormir y recibir una respuesta, baje al comedor para así poder subir a dormir lo más pronto posible.

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