Después de varios minutos de mirar al otro, después de varios días de pensar en cómo hacerlo, planear a la perfección aquello, ahí estaba, acostado junto a su esposo.
Se levantó con mucho cuidado de no despertarlo y se sentó sobre el pelvis de éste, lo miró por algunos segundos, dormir pacíficamente, no podía negar que aquello se le hacía muy difícil.
Tomó con delicadeza una almohada y lentamente la colocó sobre el rostro del otro para después presionarla con fuerza, el ingles obviamente despertó y comenzó a luchar por quitarse al argentino de encima, pero no lo logró.
Después de varios minutos el argentino quitó aquella almohada del rostro de su esposo, sintiendo un nudo formarse en su garganta y como lentamente las lágrimas comenzaban a derramarse.
_Te amo_ le susurro con la voz rota, para después besar una última vez sus labios mientras aún estaban calientes.
Se bajó del otro y tomó su teléfono, arreglando un poco las sábanas para que no se noté que hubo forcejeó.
_¡Algo le pasa a Uk!_ exclamó algo desesperado, llorando de forma desconsolada.
_Cre-creo que no respira..._ dijo con la voz rota, la voz del otro lado del teléfono solo indicó que se calmé y que estaría ahí en unos pocos segundos.
Argentina solloso limpiando torpemente su rostro todavía con aquel teléfono en sus manos, miró al otro e inevitablemente una sonrisa se formó en su rostro.
Hasta que la muerte nos separe... ¿No?.
Miró al ingles dormir a su lado después de haber imaginado cómo lo asesinaba, pero solo se acurrucó a su lado, todavía no estaba tan desesperado cómo para llegar a un extremo así.
Además sabía que de todas formas no lograría nada, el ingles tenía más fuerza y sabía que muy probablemente si intentaba algo así el sería quién terminaría muerto.
Pero no sé equivoquen, amaba al ingles, solo que a veces podía llegar a ser demasiado fastidioso, controlar, abusivo, presumido y miles de cosas más, pero aún así, lo amaba.
Llevaban cinco años casados, habían aprendido medianamente a vivir juntos, se llevaban bien, y tenían una muy organizada rutina juntos.
No solían salir demasiado ya que ambos eran un poco celosos, así que lentamente su círculo de amigos se fue reduciendo, y llegó al punto de que solo veía de vez en cuando a sus hermanos.
Normalmente era el quien cocinaba, el ingles le había enseñado como debía cocinar algunas de sus comidas típicas, así que de vez en cuando las hacía, aunque tenía preferencia por cocinar comidas de su propia cultura.
Y tenían mucho sexo, no iba a mentir, podía sonar como algo bulgar, pero éso era, un acto bulgar.
Lo habían hecho en cada lugar de aquella casa, y aún después de años de estar juntos se seguían atrayendo de esa forma intensa, parecían dos adolescentes hormonales incapaces de controlarse.
Pero como toda pareja, a veces tenían una que otra discusión.
_¿¡Crees que soy estúpido!?_ gritó el argentino mirando completamente enfadado al otro, quien no se digno a contestar su pregunta.
_¿Qué mierda hacías con Francia?_ preguntó entonando con asco cada una de sus palabras.
_Solo hablábamos_ respondió el otro, igual de enfadado aunque intentando aparentar calma.
_¡No me vengas con tus estupideces! ¿Sabés qué? Si tanto querés cojerte a esa basura ¡Andá y hacelo!_ gritó el argentino y el otro solo rodó los ojos, logrando enfurecer aún más al albiceleste.
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🌹One-Shots con Arge Pasivo 🌹
RandomArgentina y su ganado en distintas situaciones. ~+18 Fecha de inicio: 21/07/20