Capítulo Primero: El arbol

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De pequeña siempre estaba sola, siempre estaba triste.

Un día mi hermana mayor invito a sus amigos a jugar a casa, yo no quería ir con ellos, pero mi hermana insistió.

Ella tuvo k ir a comprar la comida con mi madre y a mi me dejo sola con sus amigos, entonces todos me ignoraban, me arrebataban los juguetes de las manos, y yo lo permitía, no quería k se enfadaran con migo, pero al final me cogieron mi juguete favorito y se rompió cuando lo intente recuperar, me empujaron contra la pared y llorando salí corriendo de casa y fui a la caseta del pozo escondido pero antes de entrar mi hermana me vio y me siguió. Entre rápidamente y cerré la puerta detrás de mi, ajuante la puerta con fuerza para k no entrara y le dije llorando k no hiba a salir hasta k ellos se marcharan.

Ella salio corriendo hacia casa enfadada, y desde la caseta se escucharon sus gritos, me estaba defendiendo, agarre la llave de la caseta de mi bolsillo y cerré con llave por dentro.

Entonces mi hermana y mi abuelo vinieron a buscarme, y rápidamente busque un escondite, no querría k me encontraran. Entonces pensé en el pozo, k no era demasiado hondo. Lo destape y salte, entonces un montón de chispitas de colores me rodearon, era como si estuviera volando, me asuste y rápidamente salí.

No estaba en la caseta, estaba en medio del bosque en un claro rodeado de arboles y en medio el pozo. Mire a mi alrededor, mi casa tampoco estaba, no estaba ni mi hermana, ni mi abuelo, ni mi madre, ni esos niños k me trataron mal hace unos minutos antes, entonces sonreí con lágrimas en los ojos. Salí corriendo feliz y a la vez triste hacia una dirección aleatoria, no tuve k caminar mucho y me tope con un árbol gigante, en el tronco había un hombre de pelo plateado y orejas de perro, y llevaba puesta una ropa muy extraña. Estaba atravesado por una flecha, pero no estaba muerto, respiraba, parecía dormido.

Al verlo mi poca felicidad se disipo y rompí a llorar, me estire apoyada en el tronco al lado de ese hombre, me di cuenta de k estaba sola como siempre, pensé k nunca estaría acompañada, k nunca podría se feliz, k nunca tendría amigos, no pude detener mi llanto, llore durante mucho rato.

De pronto escuche un ruido no muy lejos de donde estaba yo, se estaba hacercando cada vez mas, pero yo lo ignoraba, viniera lo k viniera seria mejor k estar en casa con esos repugnantes niños.

De ente los matorrales salio un hombre parecido al k estaba ensartado en el árbol, tambien tenia el pelo plateado, era mas alto y parecía mallor, llevaba una ropa recargada como una especie de armadura k solo tapaba su hombro izkierdo.

Con una espada en el costado izquierdo. Por alguna razón no me sorprendió verlo llevar una espada.

-¿Quien eres?- se acercaba a mi.-¿Pork lloras?- dijo con indiferencia.

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⏰ Última actualización: Jan 14, 2015 ⏰

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