Capítulo 8

3 2 0
                                    

Despierto gritando y bañado en sudor. Mi alarma está sonando y mi abuela está sentada a la orilla de la cama.

-Despertaste...

-¡No te me acerques! -me enderezo en cuanto la veo, junto mis piernas a mi pecho e intento retroceder. Vuelven a mi cabeza todas las imágenes de la pesadilla... El monstruo, la sangre escurriendo entre sus garras, su risa... La calidez...

-¿Qué pasa, cariño? -se levanta de la cama y me mira con ojos sorprendidos. Acerca sus manos a mí, pero solo me alejo más.

-¡No me digas así! -la habitación estaba helada, ya no siento frío, mi brazo está acalambrado.

-Diego, cálmate...

Mis ojos se llenan de lágrimas, vuelvo a mirarla. No parece tener nada aterrador y me está mirando a los ojos, pese a la oscuridad logro ver su precioso color café, eso me calma un poco.

-Tú -extiendo un poco mi mano hacia la suya -¿Eres tú, realmente?

-¿Quién más? -toma mi mano, está tibia. Rompo a llorar y me acerco a ella.

La alarma sigue sonando.

Del Otro Lado Del RíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora