Tulio Triviño es narcisista, egoista e idiota pero eso no le impide llevar una relación amorosa con su pareja Juan Carlos Bodoque, ambos seran muy diferentes pero logran que esto funcione gracias al profundo amor que uno tiene por el otro ¿Hermoso n...
—Ahg...¿Que pasó?— Pregunta Mario Hugo algo mareado
Patana y Policarpo miran con sorpresa a su amigo confundido, quien mueve la cabeza lentamente hacía todos los lados posibles
—Mario Hugo, despertaste— exclama en voz baja Policarpo pero suena muy preocupado
—¿Porque hablas en voz baja, Poli?— Pregunta en su ignorancia —¿Por...Porque me duele la nariz?—
Patana y Policarpo maldicen en su mente, pronto Mario Hugo nota que uno de sus ojos no puede abrirse y la vista del otro no es la mejor, aun que la luz no era tan brillosa su visión no se acostumbraba todavía
—Y-y ¿Mi ojo? ¿¡Que le pasó a mi ojo!?— El canino comienza a ponerse nervioso
Las preguntas son tan fuertes que Tulio puede escucharlas y no las ignora asi que dio una media vuelta para recibir con una gran sonrisa al canino recien despertado
—¡Oh, Mario Hugo que bueno que hayas- — Tulio fue interrumpido
—¡OH POR DIOS!— Grita completamente asustado el chihuahua
El perro desesperado intentó levantarse de la silla pero al intentar sacar sus extremidades de ahí se dio cuenta de que estaba atado fuertemente contra el propio asiento, los gritos desesperados no se hicieron esperar y el pánico se apodero de el por un rato, gritando deagarradoramente mientras trataba de moverse desesperado sin tener exito alguno
Triviño estaba comenzando a aburrirse y ya le hartaban los gritos agudos de Mario Hugo
—¡SILENCIO!— Ordena Tulio
Mario Hugo deja de gritar pero aún tiene preguntas por responder
—¿¡D-Donde estamos, Tulio!?— Le pregunta aterrado el canino
A eso, el mencionado se calma un poco y les sonríe simpáticamente a los 3, aun que para ellos no era agradable
—Oh, cierto sean bienvenidos...— Presenta el chimpancé con suspenso —A la habitación~ ¡Secretosa!—
No hubo respuesta alguna, por lo menos no una buena del todo ni se iban a pediar de la vergüenza agena que hacia, después de todo iban a morir
—"¿La habitación secretosa?"— Repite Policarpo con dificultad
—¡Yo mismo le puse nombre!— Dice orgulloso el de rayas —Sinceramente soy el mejor de los mejores en poner nombres—
—Si claro— Piensa Patana con sarcasmo
—Patana no se llamaría Patricia Ana si no fuese por mi— Comenta orgulloso
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—Moriré con este nombre...— Piensa triste la pajara
Tulio nota su reacción y pregunta algo confundido —¿Porque tan sorprendidos? ¡Les dije que era el mejor en poner nombres!—
