Funny bunny ✧ 𝐒𝐁 𖬺 𝐇𝐊

، introduction 𝄒

Hueningkai un adolescente de unos recién cumplidos veinte años qué vive en un pequeño apartamento ubicado en el interior de Seúl. No había nada característico o emocionante últimamente en su vida.

Decidió irse a vivir solo cuando cumplió los diecinueve, al principio pensó que todo sería color de rosa; libertad, privacidad y cero familiares molestos en su vida.

Fue un grave error, la vida como un adulto era una mierda en pocas palabras, los horarios universitarios, gastos y trabajos de medio tiempo lo tenían agotado.

Realmente no se quería quejar mucho, después de todo fue lo que el decidió irse luego de cumplir la mayoría de edad, pero admitía extrañar muchas cosas que tenia cuando vivía en la casa de sus padre, madrastra y hermanas.

El ser recibido con cariño y comida por parte de su madrastra, las bromas pesadas que a diario solía recibir de sus hermanas o también las charlas que solía tener con su padre sobre música y diferentes temas como historias y leyendas que guardaba Seúl y Asia en general.

No era muy fanático de la ciencia ficción o fantasía, pero su padre hacía que su pensamiento cambiará al instante cuando este le contaba una historia sobre pequeños híbridos que rondaban por distintos lugares de Corea del sur, China y Japón. 

Era una de sus historias favoritas incluso a a sus recientemente cumplidos veinte años.

La historia solía ser muy interesante a pesar de que ya luego de un tiempo logro aprendérsela de memoria, no podía evitar esconder su emoción cada que su padre la narraba.

 Aunque las reacciones de los hermanos Huening solía ser muy diversa: Hueningkai respondía feliz e emocionado, bahiyyih le gustaba la historia pero no le llamaba la atención por lo que preferiría hacer cualquier otra cosa antes de escucharla de nuevo y lea... pues realmente fingía escuchar pero se la pasaba en su teléfono hablando con un chico de uno o dos años mayor a kai.

La historia cuenta que hace no muchos años en corea habitaban una gran manada de híbridos de diferentes especies de animales; decía que todos vivían en lugares muy alejados de la sociedad dónde para no ser descubiertos, pero por mucho que trataran, el humano tenia un gran interés en aquellos seres mitad humanos y mitad animales y por esto comenzaron a encerrarlos y maltrataros hasta exterminarlos por completo con el fin de descubrir como podían existir tales criaturas.

¿muy fantasioso verdad?

Ahora no creía realmente en esa historia aunque de pequeño le hacía ilusión ver uno de esos seres, pero a medida que fue creciendo se fue dando cuenta de que esa fantasía era una simple historia inventada por algún que otro loco.

Hueningkai ya era un adulto responsable el cuál cumplía todas sus obligaciones y ya no creía en todo eso.

Bueno, eso no lo podía creer ni el mismo pero valía la pena el intento.

Regresando a la actualidad su día no fue el mejor de todos; Llego tarde a su primera clase ya que se había quedado hasta muy altas horas de la madrugada estudiando para su examen, pero luego de llegar minutos tarde su profesor no le permitió la entrada, prácticamente dejándolo afuera y haciendo que tuviera que asistir directamente a recuperación de ese inútil examen.

Luego de todo ese momento ya para su cuarta o quinta clase le asignaron hacer un trabajo en parejas, si bien ese no era el problema, el problema era que le habían asignado hacerlo con Kang Taehyun, la persona que más podría detestar (solo por exagerar) en el mundo. Y ya por ultimo para rematar, el menor hace una dos semanas atrás había encargado uno de los discos del álbum de "shawn Mendes: illuminate" pero la persona que se la había encargo le dijo que lo había vendido en ese mismo instante ya que a el se le había hecho tarde a diferencia de la hora acordada, recordandole al extranjero la obsesión de los coreanos por la puntualidad.

En corea si bien se era demasiado fácil conseguir álbumes de kpop a un precio barato y razonable, los álbumes de artistas canadienses o estadounidenses no lo eran tanto, ya que los envíos costaban un poco mas que el producto,  por lo que le costo contactar con ese vendedor que ya no quería ese álbum y lo vendía a un precio accesible.

Su suerte era la mejor, tenia dinero ahorrado por meses y ya no tenia en que gastarlo. no quería guardar aquel dinero ya que probablemente hasta juntar lo suficiente para comprar el disco por Internet, ya el artista sacaría otro álbum completo.

¿Triste? No tanto, no se pondría a llorar por aquel disco, pero si tenía algo de rabia guardada por lo que el vendedor había hecho.

Dejando escapar un suspiro de sus labios para ponerse en camino a su departamento, si bien podría hacer otra cosa no tenia demasiadas ganas de hacer algo más por el resto del año.

Siguió caminando con la mirada perdida, al menos hasta pasar por una petshop bastante conocida por la zona en la que vivía.

Por curiosidad centro su mirada en los pequeños animales que se podían ver en la vidriera, sonriendo al divisar pequeños cachorros y gatos asomarse de manera juguetona.

Kai era una persona amante de los animales, pero sus padres jamas le permitieron tener una mascota.

Por un momento dejo de observar a los cachorros para fijar su mirada en los conejos que estaban en un espacio un poco mas apartado.

Eran conejos muy pequeños y lindos, algunos comían mientras que otros solo dormían en un lugar lejano de la jaula. Ver a esos conejos le hizo pensar en lo lindo que sería tener uno de esos pequeños animalitos en su casa para no sentirse tan solo en su departamento.

Desistió de la idea por unos segundos hasta fijar su mirada en un pequeño conejo que se acercó para mirarlo mas de cerca.

Ese conejo le dio algo de miedo cuando este le miraba fijamente, pero no quitaba el hecho de que ese animal era una ternura que pedía a gritos ser llevado.

Hueningkai se negaba, no quería llevar un conejo para tener gastos extras, aparte que nunca tuvo una mascota y tampoco sabría cuidarla si apenas podía consigo mismo.

Pero aquel pensamiento negativo se fue cuando vio al conejito negro con algunas manchitas blancas en su cabeza bajar las orejas y mover su nariz sin despegar la mirada.

Eso provocó que Hueningkai entrara corriendo a la tienda en busca de lo que el ahora consideraba la cosa más tierna que vio en toda su vida.