Capítulo 5 ⸙

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Bajé las escaleras por un poco de agua, me quedé dormida por unas horas y desperté sedienta, ya casi era noche.

Cargue el vaso con agua y me recoste en la mesa de la cocina.

Esta claro que el caso de Simón se va a volver a reabrir y yo voy a estar pendiente de todo lo hagan, voy a participar en el caso.

Escuche que las puestas se abrieron, mire la hora en el microondas, eran las 18:46, al parecer Marcos había llegado.

–Ey– llamé su atención sutilmente, no vio que yo estaba ahí.

–Oh, hola Beb– camino hacia mi, estaba claramente desanimado.

–Cuantame que pasó, anda– lo dije muy directa pero quería saber que pasó.

–Emm, estaba bien– se recostó al lado mío y suspiró– La señora culpable de mi misión anterior al parace tenia algo que ver con él. Hubo un momento en el que me separé de mamá para recorer más rápido el camino, encontré unos dígitos y letras muy raros, no tuve tiempo de escribirlo pero lo memorice. Cuando les conté eso a la agencia no era gran cosa, pero ahora me dijieron que tenía que ver con la siguiente hazaña de él, al parecer tenían algo en común esos dos. Ahora están tratando de descifrarlo- me lo contó y me quedé en mis pensamientos por un tiempo al igual que Marcos.

–Quiero que sepas que voy a estar en el caso– levantó la mirada– Y no me importa lo que piense mamá, y es mejor no contárselo a Chase por ahora.

–Beb, sabes que es muy peligroso y que...

–Tú también quieres estar en el caso, no me lo niegues– lo interrupi y bajo la mirada– ¿Porqué llegaste tan tarde si solo era decirles el código?

–Thomas y los chicos me llamaron todo el día y cuando consteste me invitaron en la casa de Luke, no me podía negar.

–¿Y que les dijiste?– Marcos era muy malo haciendo excusas, siempre me dejaba esa parte a mi.

–Les dije que mi tía sufrió un mini infarto y tu mamá es su amiga, por eso me llevaste– rodó los ojos y yo me reí– ¡Fue lo mejor que se ocurrió!– me empujo suave la espalda mientras reía más fuerte.

–¿Un mini infarto?– le pregunte y me volví a reír– A veces te pasas– volvió a rodar los ojos.

–No es para tanto, ya– me dijo con una sonrisa de burla mientras me seguía empujando.

–Madre mía, ¿qué haría sin ti?– rodee su hombro con mi brazo y subimos las escalera hacia la habitación– ¿noche de chicas?

‐Ya te dije que no lo llames así, pero aceptó– rodé los ojos.

Entramos en mi habitación, agarre una remera de Marcos, me la puse y nos quedamos viendo películas y series mientras comíamos cualquier cosa, luego de varias risas mamá se nos unió y de ese modo pasamos la noche.

(...)

Me desperté por el horroroso sonido del despertador y me encamine automáticamente hacia el ropero. Agarre unos shorts y camisa, entre al baño, me lavé los dientes, recogí mi cabello en una coleta, me cambié y bajé para entrenar.

Una vez abajo vi que ya estaba Marcos entrenando ¿cómo puede despertarse tan temprano sin problema? Apenas eran las cinco de la mañana y ya parecía hacer mitad de su entrenamiento.

–Es que no sé como lo haces– susurre sin intención a que lo escuchase pero lo hizo.

–¿Hacer qué?

–Ya sabes, tener tanta energía. Hago esto y ya estoy agotada– me acomode a la lado suyo y empecé con algo más liviano.

–No es nada, supongo que uno se acostumbra. Tu en cambio haces los ejercicios cuando se te pega la gana.

¡¿La Nerd Es Espia?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora