Carta No.4: Una falsa despedida

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He estado observándolo, siempre tratando de mejorar. El lugar es hermoso, los colores rojos y marrones destacan mientras la gente espera ansiosa su comida. El olor es exquisito y ni hablar de la atención. Soy cuidadosa a la hora de reparar a Carlo que toma mi pedido y está demasiado grande, ahora lo acompaña una chica muy bonita. Pero me preocupa el estado de Dante el cual se mantiene sirviendo algo en la cocina.

—¿Algo más? —pregunta y niego. Puedo sentir su mirada curiosa, pero lo evado moviendo mi cabeza para que el sombrero me cubra el rostro.

Espero unos minutos en los que mi mente no deja de recordarme que estoy siendo impulsiva, pero no me importa. Solo como con tranquilidad la comida que me trae la chica y sin duda es deliciosa. Los hombres que me escoltan se mueven cuando me levanto y pido a uno de ellos que pague en lo que salgo del restaurante el cual está mucho mejor de lo que me imaginé.

Dante cree que sigo en la cárcel o muerta, no estoy segura. Pero la verdad he estado muy bien estos últimos años. Pero hay algo que me mantiene mal y es por eso que subo al auto que se pone en marcha por las calles de Los Ángeles hasta llegar a un barrio bastante tranquilo donde nos detenemos frente a una casa y sonrío al ver la decoración navideña. Llamo a la puerta y no tardan en abrir, la pareja me mira con recelo y suspiro cuando me dejan pasar.

—No creí que viniera tan pronto.

—No pienso quedarme, pueden estar tranquilos. Solo quiero lo que les pedí —hablo y ellos dudan, pero me dan la bolsa que contiene un cepillo en forma de unicornio.

—¿Va a llevársela? —cuestiona la mujer y frunzo los labios.

—No, solo quiero resolver una duda que tengo hace años. Por otro lado, quiero que me digan si necesitan algún tipo de apoyo, estoy dispuesta a darles lo que necesiten.

—No necesitamos nada de usted —responde la mujer a la defensiva y asiento.

—Muchas gracias, señorita. Pero por el momento no, si es necesario le haremos saber —responde el hombre a su lado y asiento.

—Fabrizio va a estar pendiente de ustedes el mayor tiempo posible. Pueden avisarles si se sienten incomodos, no tengo problemas con eso.

—¿No quiere verla? —pregunta el hombre ganándose un manotazo de su mujer.

—No, no seria prudente.

—Ya lo creo yo —sigue la mujer y la entiendo.

—Debo irme, cualquier cosa pueden avisarme. Que estén bien —digo saliendo de la casa y respiro hondo tratando de mantenerme firme.

—¿Qué piensas hacer con eso? —Habla Fabrizio cuando subo al auto.

—Quiero saber quien es el padre, nada más.

—¿Acaso no es del hombre del restaurante?

—De eso no estoy segura. Ahora vámonos, no quiero que sepan que estoy aquí.

Respiro hondo cuando el auto se pone en movimiento y observo un par de segundos el cepillo de peinar de mi hija, la cual tuve en medio de un horrosoo cuarto en la prisión y la cual tuve que poner en adopción por su bien. Estoy consiente que soy una estúpida siquiera al sopesar en verla, pero cada vez que obtengo algo de ella siento que cometí un error.

—Por eso no se la dejaste a él, ¿no es así? —habla el hombre a mi lado y sonrío.

—Sí. No quería ponerlo en apuros si no llega a ser de él.

—Pero se parecen, ¿no?

—No sabría como responder esa pregunta, lo sabes —digo y él asiente.

—Creo que lo mejor es que no vuelvas al país. Akiam te protege bien allá, pero no es seguro para ella que estes cerca —comenta y asiento. Tengo claro que tiene razón.

—Lo sé. No pienso venir.

Por ahora, sé que es peligroso. Pero creer que mis actos del pasado no la alcanzarán seria vanidoso. Por eso voy a estar lista si es necesario, no voy a permitir que le jodan la vida como lo hicieron con la mía. Estoy dispuesta a dar mi vida por ella, en cualquier caso. Ahora no es momento de pensar en conocerla, sino en protegerla.

Pero llegará el momento en que tenga que hacerlo, nuestro encuentro cara a cara es más que necesario y no sé si deban forzarlo. Todos creen que estoy muerta, pero las voces hablan muy alto y llegará el momento en que, quiera o no, tendré que volver. Y lo haré, si es necesario, la asesina que llevo escondiendo todo este tiempo saldrá y será el verdadero comienzo del maldito caos.

FIN.

SICARIA [Codicia #1]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora