Mi Vida A Tus Pies ~ allxPeterParker

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Esa noche Peter durmió con Stephen. Realmente necesitaba que el alfa estuviera con él así por fin.

Steve no tenía problema en dejarle ese privilegio, en verdad Stephen había llegado antes que él. Además de que se lo merecía. Stephen lo había pasado mal con el tema de su madre y pasó por momentos de mucho estrés. Es por eso que era mejor que por fin pasara algún tiempo con el omega.

Obviamente Peter no se quejó en lo absoluto. Ya que había pasado tiempo más íntimo con Chris, Bucky e incluso Steve, pues era justo que también tuviera esa intimidad con Stephen. Ya que nunca la han podido tener. Y esa noche que especialmente estaban solos en el piso, no la iban a desaprovechar.

Steve se fue del piso justamente antes de cenar. Al parecer había hecho planes con otras personas. Es así que Peter y Stephen decidieron hacer una cena sencilla para los dos. Algo que no tuviera mucha complicación, ya que se veía de lejos que los que más sabían de cocina eran Steve y Bucky. Y es muy probablemente que eran los únicos.

Después de prepararse unos simples macarrones con tomatico, la mejor comida del mundo he de concretar, se sentaron en el sofá para cenar mientras hablaban de lo que le había ocurrido durante los días que no se habían visto. Peter no tenía mucho que contar, la mayoría no la recordaba. Pero Stephen traía las buenas noticias de que realmente su madre había mejorado notablemente y que no era nada grave lo que le ocurría. Simplemente al tener una edad tan avanzada pues es obvio que las enfermedades le afectan más. Eso no cambia que todo se había solucionado. Es obvio que Peter se alegró muchísimo por ver a su alfa contento.

Eso no cambia que Stephen realmente estaba cansado, muy cansado. Realmente no había dormido mucho estos días.

Después de terminar recogieron la mesa y mientras Stephen metió los platos en el lavavajillas, Peter limpiaba la mesa en la que comieron con un paño.

El omega llevó la bayeta a la cocina y la enjuagó en el fregadero. Después de eso la dejó colgando en el grifo donde se suele dejar. Stephen terminó de poner el lavavajillas y se incorporó. Los dos se miraron.

- ¿Qué te gustaría hacer?- preguntó Stephen.

Peter se encogió de hombros mientras se acercaba al alfa. El contrario sonrió al ver como el chico ya al ras de tocarse, comenzó a restregar su cabeza en el pecho de Stephen.

- ¿Qué pasa?

- La verdad es que no me importa lo que hagamos. Solo quiero estar contigo.

Stephen no dejo de sonreír en ningún momento porque realmente necesitaba a su omega desde hace tiempo. Sentía que no podría darle lo mejor a su omega por el tiempo, pero ahora estaban solos. Pero la cuestión ya no es esa, ahora la cuestión era, ¿sería capaz de dárselo? El alfa dio un suspiro pesado y llevó su mano a la cabeza de Peter para acariciarla. Stephen lo miraba desde arriba.

Peter subió la cabeza para encontrarse con la mirada del alfa. Lo veía cansado, las ojeras debajo de sus ojos lo delataban. Era normal que no haya dormido en estos días, tanto estrés no era para nada bueno. Era hora de descansar y aunque Peter le hubiera gustado hacer otras cosas más "sucias", sabía que no podía ser si el alfa no tenía fuerzas. Ya lo veía apoyándose en la encimera con un brazos e intentando sujetarse al propio chico.

- Vamos a la cama... vamos a dormir.- esto fue Peter quien lo dijo.

Así se separó del alfa y le cogió de la mano para guiarlo a la habitación.

- ¿A dormir?

- Sí.

- ¿No quieres hacer nada?

- Te veo cansado, quiero que descanses.

- Estoy bien.

- No... no lo estás. Veo que no has dormido mucho, hoy descansaras en condiciones. ¿Vale?

Eso último, Peter lo dijo con una carita de cachorrito en su rostro. Stephen no vio cosa más adorable y se dejó sucumbir a su hermosura. No podía hacer mucho. Se dejó llevar a la habitación, más bien se dejó arrastrar.

Una vez en el cuarto, Peter soltó la mano de Stephen y fue directo a la cama para saltar sobre ella. El alfa lo veía para acercarse a ella. Se puso de rodilla y gateo hasta la almohada para literalmente dejarse caer en ella.

Peter estaba tumbado de lado mirando fijamente las acciones de lado. El chico tenía su pulgar derecho en su propio boca mordiendol,o. Cuando vio la cara de Stephen a su lado, no dudo en alargar su brazo para acariciarla con la yema de sus dedos.

Stephen abrió los ojos cuando lo notó. Y vio a Peter mirándolo con una sonrisa y con su dedo en la boca. El alfa también sonrió.

Stephen quería estar lo más cerca de Peter y ahora mismo no lo estaba. Se acercó al omega y se abrazó a él.

El alfa rodeó el abdomen del chico y su cara estaba a la altura de su pecho. Su cabeza se apoyaba en el brazo de Peter, por ello el chico se sacó el dedo de la boca para dejarse que se apoyara en su bíceps. Por otra parte, Peter siguió acariciando su moflete suavemente.

Esta vez era el turno de Peter para mimar a su pareja.

Lo que quería hacer Peter era simplemente agradecer lo que hizo Stephen en su momento y devolverle el favor. Sabía que no sería comparable con lo que Stephen hizo por él, pero hacía lo que podía.

- Lo siento...- dijo Stephen.

Peter bajó su mirada y vio que el alfa no se había movido. Ni siquiera había abierto los ojos.

- ¿Por qué?

- Pensé en hacer algo... juntos.

- ¿Y no estamos juntos ahora?

Stephen se río. Obviamente el alfa se refería a otra cosa totalmente diferente aunque si que tenía pensado utilizar la cama.

- Me refería a otra cosa...

Esta vez Peter río.

- Yo también pensaba en hacer otra cosa... eso no cambia que es más importante que descansemos. En el momento que los dos estemos en nuestros cabales, haremos lo que queramos. Pero lo más importante es estar bien.

Stephen sonreía y disfrutaba de las hermosas caricias que le daba Peter. Le encantaban y estaba tan sumido en ellas que no se podía concentrar en otra cosa que en intentar no dormirse.

Peter al darse cuenta de ello, solo río suavemente y decidió no sacar más tema de conversación. Bajó su cabeza para darle un beso a Stephen en la cabeza. Gesto que al alfa le encantó y lo hizo morir de amor. Pero ya estaba sumido ya al borde del sueño. Se fue calmando y relajando con las caricias y cosquillas que Peter le proporcionaba. Hasta que se rindió a los brazos de Morfeo y al fin pudo dormir correctamente después de muchos días.

Peter al ver que Stephen por fin se había dormido, se dio el lujo de también echarse a dormir.