Capitulo 1

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Hoy es un día cualquiera, para ser exactos martes, me levanto temprano para ir al trabajo y me dirijo a mi baño con la idea de darme una buena ducha. No demoro más de 20 minutos en ducharme, me pongo la bata de baño agarro mi bolsa de maquillaje, saco el rizador de pestañas, mi rímel, y lipgloss natural y empiezo con el proceso de rizar mis pestañas cuando escucho a Melissa gritando desde la cocina, agarro mis cosas y voy a con ella, al cituarme a su lado la muy cabrona me da una nalgada y me pregunta:

- ¿Vas a querer café?- no puedo creer que lo pregunte, siempre tomamos café por las mañanas y sigue preguntandolo, ruedo los ojos

- Cuantas veces más tengo que decirlo, ¡todos los días tomaré café!- se limita a asentir y servir el agua en la pequeña cafetera mientras entre sus dientes sostiene una galleta

Me siento en el comedor a terminar con mi ligero maquillaje, cuando término Melissa sitúa una humeante taza de café frente a mi y un enorme plato repleto de deliciosas galletas que nos encantan a las dos.

- Hoy voy a una entrevista en un despacho de arquitectos- me dice, después le da un sorbo a su café

- Lo sé, deberías ponerte aquella falda que te sienta muy bien, la negra con vuelo- Melissa tiene una buena figura, tiene trasero y busto, algo que bueno a mi me falta un poco pero no me quejo, su cabello es de un castaño oscuro casi negro y sus ojos color miel destacan en su rostro, es bonita.

- Puedes decirme ¿qué tienes tu con esa falda? vamos si a la que le queda mejor es a ti- claro tenía que ser, va empezar a decir que me queda mejor a mi por que estoy delgada y bla bla bla

- Vamos no empecemos con eso de que me queda mejor a mi, sabemos que eso no es cierto

- Okay, sabemos que alguien aquí esta equivocada, pero esa persona amor mío eres tú- y ahora es cuando me apunta con su dedo, y si ahí está- Sabes que quédatela

- ¿Qué me la quede?- la miro con el ceño fruncido

- Si tonta, la falda- claro la falda, bien la verdad es que eh ganado una falda y no cualquier falda por que esa falda es de verdad hermosa y siempre la eh querido, la miro con una sonrisa, le tomo a mi café, me tomo la pastilla de la presión y agarro una galleta

- Gracias pequeña Melissa- término mi café, tomo mis cosas de maquillaje que aún estaban sobre la mesa y me dirijo a mi cuarto con mi amiga pisándome los talones diciendo que lave mi taza

- Lo haré Melissa, lo haré, ahora sal que me tengo que poner una nueva falda- le guiño el ojo y se va a la cocina de nuevo, saco la falda de Melissa que ahora es mía y busco una blusa bonita para combinar, me decido por una con estampado floral y con unas converse negras mi atuendo esta terminado, recojo mi cabello castaño y largo en una coleta alta, me gusta como me veo mis ojos verdes destacan con el rímel y mis piernas se ven largas con esta falda, al igual que esta blusa acentúa mi pequeño busto, cojo mi bolso, las llaves de mi pequeño March y salgo a lavar mi taza.
Veo el reloj que esta en la pared de la cocina y me doy cuenta de que se me esta haciendo tarde, son 8:30 y entro a las 9, salgo disparada de la cocina y le grito a mi amiga que me voy al trabajo después te un "bien, te veo al rato" cierro la puerta y voy a por mi coche.

Llego a las 9:01 y me siento aliviada, mi jefa llega unos dos minutos después de que yo lo hice y me dice que entre a su oficina. Soy asistente de una licenciada, me manda a comprar o entregar diferentes cosas que ella necesita pero que no tiene tiempo para hacer.
Me dirijo a su oficina y doy unos ligeros golpeteos en la puerta

- Pase- entro y me mantengo parada junto a la puerta

- Buenos días, ¿que puedo hacer hoy por usted?

- Siéntate por favor Catalina- tomo asiento en una de las dos sillas que están situadas frente al escritorio- hoy necesito que vayas a entregar este paquete- saca un paquete grande y envuelto en papel café reciclado- a la dirección que esta escrita en esta tarjeta- levanta una pequeña tarjeta blanca que no había visto- cuando regreses pasa a Starbucks por un capuchino y tráemelo, es todo puedes retirarte- recojo el paquete del escritorio y salgo de la oficina de nuevo hacia mi carro.
Abro la puerta trasera de mi coche y meto el paquete, cierro y voy directa al asiento del conductor, al entrar me doy un golpe en la cabeza que me hace retorcerme en mi asiento, después de maldecir unas cuantas veces más de las necesarias enciendo el motor y me dirijo al tráfico mañanero de Nueva York, enciendo la radio y esta mi canción favorita "Counting stars" de One Republic, comienzo a tararear para terminar cantando a todo pulmón, cuando termina bajo el volumen de la radio y me paro frente a un semáforo que esta en rojo, dirijo mi mano al asiento trasero para buscar la tarjeta con la dirección a la que tengo que ir, leo y se perfectamente a donde me dirijo.
Llego a mi destino es una bonita casa de dos pisos en donde vive el señor Dave Williams según dice la tarjeta, abro la puerta del conductor, no me molesto en abrir la trasera paso el paquete para adelante y salgo, atravieso la calle con paso decidido, toco el timbre, a los pocos segundos una mucama abre la puerta.

- ¿Si?

- Oh buenos días, vengo de parte de la licenciada Montgomery a entregarle este paquete al señor Dave Williams

- Claro señorita pase- cruzo el umbral detrás de la mucama

- ¿En dónde puedo dejar esto?- le pregunto señalando la enorme caja que cargo

- Oh pásamela yo me encargo de eso- le doy las gracias amablemente y le digo que tengo que retirarme, después de que me insiste tanto que espere que el señor no tarda, la convenzo de que en verdad me tengo que ir y me acompaña hasta la puerta, cruzo la calle y me subo a mi carro directo a un Starbucks.

Un amor inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora