"¿Decirle o no decirle...?"
Ambos pensaban lo mismo mientras cenaban juntos, en teoría, puesto que él estaba en Hokkaido para acabar la filmación de una película de samurais. Se encontraba sentado en un pequeño restaurante, vestido de una forma poco usual. Kyoko supuso que para no ser molestado, porque nadie podría reconocerlo como Tsuruga Ren viéndose de esa manera.
Ella estaba en Tokio, dentro de su camerino comiendo su bento. Acababa de terminar con una sesión de fotos y tenía tiempo libre antes de ir a su próximo trabajo. Ya se había cambiado a su "vestimenta usual", claro que eso si es que podríamos llamar usual a que ella esté vistiendo un conjunto fabuloso de Chanel, la Princesa Rosa en un nuevo diseño de collar, unos aretes a juego y un maquillaje que la hacía lucir mucho más elegante e hipnótica que Natsu, no obstante, al mismo tiempo no se veía mayor de lo que era.
Él la miró y esbozó una sonrisa, mientras le mostraba y explicaba con énfasis algo burlón el valor nutricional de cada ingrediente de su cena. Ella sólo lo miraba con una risa contenida, haciéndose la seria y severa en lo que inspeccionaba el platillo.Estaban teniendo una especie de cita —"que no es una cita"— por videollamada porque no soportan la distancia y mucho menos el sufrimiento silencioso que les trae el pensar que de a pocos está cerca el desenlace de todo esto. Aunque, por supuesto, ellos toman como excusa el trato que hicieron de que ella vería en vivo que se alimente adecuadamente. Sin embargo... Ella ya no niega que es por su preocupación por él, porque lo ama, por más sonrojada que ella esté cada que él hace alusión a eso. Por su lado, Kuon no podría estar más feliz de saborar esa confirmación de que su amada siempre piensa en él y lo cuida tanto como él quiere poder cuidarla a ella.
Pero, claro, hay que volver a lo preocupante.
El acontecimiento que lo definirá todo estaba cada vez más cerca. Dos opciones, o se unirán como nunca o se separarán para siempre.
Así era como lo veía Kuon y así era como a Kyoko le asustaba pensar. Justamente por eso ella misma también estuvo evitando la verdad mucho tiempo, tenía mucho miedo de lo que podría pasar cuando él se lo diga todo, pero también ella necesitaba tener claras las cosas. Su relación actual era un limbo del que querían y debían de escapar, pero al mismo tiempo era su lugar seguro para ellos; una prisión que a pesar de ser cómoda seguía siendo una prisión. Por esto mismo es que Kyoko, aunque tenía el ferviente deseo de quedarse en el inestable refugio en el que se encontraban, sabía que ella no se merecía eso ni debía de conformarse con algo así.
No estaba bien.
Ni para ella ni para él.
Pero no solo esa era la carga que los enamorados tenían en su mente, porque la verdad era que también ambos estaban bastante ansiosos y por motivos similares.
Kuon porque su agenda en Japón cada día estaba más vacía, lo que significaba que a "Tsuruga Ren" le quedaban pocos compromisos antes de morir... Eso si es que puede morir alguien que nunca existió. Pero, además de eso, era porque en unos pocos días sería la decisiva. Sí, otra más aparte de sincerarse y desnudarse —metafóricamente y solo metafóricamente— ante el amor de su vida. Esta prueba era el casting que le diría si es que todo valió la pena, si es que al final podría volar... O si de nuevo caería sin poder volver siquiera levantarse otra vez.
Por supuesto que de todos modos, por lógica precaución, evitaría mencionar ese problemático apellido que nadie podía ignorar en la audición. Kuon se presentaría como un mortal más, evitando que vean en él el "linaje" que le cortó las alas innumerables veces.
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Skip Beat: Luces, cámara y... ¡Amor!
FanficA Kyoko se le va a presentar un desafío, uno tremendo: ¡Al fin va a ser la estrella! ¡Se acabó su racha de villana! ¡Al fin dejó los antagónicos! Pero no será cualquier serie, esta serie será una nueva adaptación de uno de los mejores doramas de tod...