Alquilado (ChanLix) - Omegaverse

28

Ya había pasado un mes desde la desaparición de Felix. Chan aparentaba tranquilidad ante todos, aunque por dentro estaba más que desesperado por saber cómo estaba el Omega y sus crías, solo esperaba que Jisung le trajera noticias.

Por otro lado, Seungmin casi no permanecía en la casa, con la excusa de tener mucho trabajo, aunque la última vez se dió cuenta de algo... Estaba marcado, lo cual le dió tranquilidad. Solo quería poder solucionar todo para que él también pueda ser libre.

Hoy Chan estaba en la empresa revisando algunos papeles cuando fue interrumpido por el ingreso de alguien.

— Hola, Bang. —Dijo el viejo Kim.

— ¿No te enseñaron a tocar? —Dijo Chan sin dejar de ver los papeles en sus manos. El hombre solo bufó y tomó asiento.

— Me he enterado que no has podido encontrar a ese Omega que se llevó a tus crías y vengo a ofrecerte mi ayuda para tú búsqueda.

— En primera, ¿Quién mierda te dijo que te podías sentar? —Dijo y finalmente levanto la vista, mirando al hombre que tenía enfrente con desprecio. —Y segundo, prefiero tirarme de un barranco antes de aceptar tú ayuda.

— Tks, no dejas de ser un impertinente. Deberías cuidar esa boca con la que hablas.

— A mi no me amenaces, viejo. Yo digo lo que se me da la gana y si no te gusta, pues bien, puedes ir a ver si ya puso la marrana. —Ambos se miraban directo a los ojos, en una guerra de poder que ninguno quería ceder.

— Estás desatendiendo a mi hijo, recuerda que siguen casados.

— Por ahora. —Fue la corta respuesta de Chan.

— ¿Qué pretendes pequeño insolente? —Cuestionó el hombre con los ojos entrecerrados.

— Lo que escuchaste.

— Recuerda que si te separas de él le tienes que dar tú fortuna y dudo que quieras eso, ¿O si? —Chan dejó salir una leve risa y el mayor frunció el ceño.— Ten cuidado con lo que haces Bang. —Dijo poniéndose de pie y el castaño lo imitó. La puerta fue abierta de nuevo de forma estruendosa.

— No amenace Señor Kim, y mejor ande con cuidado. —Dijo el de cabellos naranja al entrar seguido de Hoseok. El señor Kim bufó nuevamente y se fue hecho una furia.

— ¿Es que a nadie le enseñaron a tocar la puerta? —Cuestionó Chan. — ¿Qué me traen?

— Ya tenemos información de las empresas de Kim, están implicadas en el lavado de dinero, solo nos faltan algunos detalles más para poder acabar con todo. —Dijo Hoseok.

— Bien. —Repondió Chan y miró a Jisung.

— Lo encontré. —El castaño lo miró con los ojos abiertos y el peli naranja se sentó. —Me fue difícil, pero logré encontrar al tipo que lo sacó del hospital, que por cierto es muy agradable, pero bueno. Solo me costó una suscripción de por vida a un restaurante de comida Venezolana. —El alfa arqueó una ceja.

— ¿Entonces él te dijo en dónde está?

— No, se negó rotundamente a decirme, según él porque lo castraban si decía algo, pero lo convencí para que por medio de él ayudar a los bebés.

 — ¿Y por qué dices que lo encontraste?

— Como te dije, no fue nada fácil. El hombre es bastante inteligente y también tiene sus medios, por lo que me tocó utilizar todos los medios nuestros para dar con ellos. —Explicó. —Al parecer Félix tuvo unas complicaciones por salir de esa manera del hospital. Woojin se encargó de llevarlo dónde un médico, el cual de casualidad es conocido mío.