Evan
Candela ha estado cuidando de mi mientras me recupero del disparo en la pierna. Mis alucinaciones han incrementado tanto que ahora estoy postrado en una maldita cama.
Sufro de insomnio en las noches, así que, mi doctor privado me receto pastillas para dormir, pero no sirven de nada teniendo a una mujer con la misma puta cara de Maia durmiendo junto a mí.
Ella me quiere volver loco...
─Cariño, te traigo una sopa caliente para que comas─ escucho una voz que me saca de mis estúpidos pensamientos.
─Gracias Candy
─Es raro que llames así ya que no eres muy demostrativo
─No lo soy en efecto, pero tú me transmites cosas que nunca había sentido por alguien, eres muy dulce conmigo a pesar de toda la mierda que has visto en mi haz decidido quedarte... no lo entiendo es una locura.
─No pienses cosas malas, estoy aquí porque a pesar de toda la mierda que sabes de mi vida, me aceptaste sin prejuicios o estigmas e incluso no me denigraste por el trabajo que llevaba.
─Eso nunca me importó, la vida te llevó a ese oscuro lugar sin embargo yo he decidido ser la mierda que soy y es mi culpa─ digo mientras como de la deliciosa sopa que me ha preparado.
─Para mí no eres una mierda, eres mucho mejor de lo que piensas Evan. Para mi eres un hombre que ha sufrido desde que nació, te han sucedido cosas horribles que no le pasan a una persona común y eso te ha llevado a tomar decisiones erróneas que te han terminado convirtiendo en un asesino a sangre fría que ha tenido una vida miserable y eso te hace ser extraordinario ante todos los demás. No somos muy diferentes y si ya estamos condenados ¿Qué más da? Sólo nos queda convertir el hielo en agua para quitarnos la sed─ dejo la sopa en el mueble para besar apasionadamente a mi querida Candy en esos labios en los que quiero pasar mis últimos días.
De un movimiento brusco tiramos la sopa que se encontraba en el mueble. Candy se retira para ir por algo para limpiar el desastre, de pronto siento una presencia en la habitación la cual me hace querer voltear a ver su figura.
─Yo también quiero quitarme la sed Evan
─Maia ¿Qué es lo que quieres de mí?
─Que se haga justicia
─Vaiolet está a salvo, yo estoy con una persona que sé que no merezco, pero me hace intentar ser mejor, entiendo que hice mal pero no puedo seguir recordándote, tu eres parte de mi pasado, estas a tres metros bajo tierra ¡tienes que irte carajo!
─ ¡Confiesa Evan!
─ ¡No, lo haré Maia!
─ ¡Nunca serás feliz entonces! ¡Tú eres el culpable de todo!
─ ¡No, no lo soy! ¡Tú estás muerta!
─Estabas demasiado enojado como para pensar de manera coherente, abandonaste a nuestra hija en un internado en Londres
─ ¡Basta! ¡Cierra la puta boca!
─Me diste el último mejor dia de mi vida, hacíamos el amor y me dijiste que me amabas
─ ¡Ya! ¡No sigas Maia, por favor!
─Dijiste que no olvidabas a las personas que te traicionaban, sacaste tu cuchillo y lo enterraste varias veces cerca de mi corazón
─ ¡Si yo te maté Maia y lo haré otra vez! ─ disparo todo lo que puedo hasta que se terminan las balas de mi pistola. Caigo de rodillas en el suelo, pero ella sigue frente a mí y no descansara hasta verme morir.
─Si yo te maté Maia, yo lo hice, pero déjame en paz por favor, te lo imploro─ escucho un sonido en la puerta, es Vaiolet cubriéndose la boca del asombro.
─ ¿Qué acabas de decir papa? ─ dice con lágrimas en sus ojos.
─Si Vaiolet, no puedo seguir ocultándolo más yo maté a tu madre por haberme mentido sobre tu existencia─ se acerca viéndome fijamente, estoy preparado para lo peor. Me da una fuerte bofetada.
─ ¡¿Cómo pudiste hacerlo?! ¿sabes todo lo que he sufrido por la pérdida de mi madre? Mi abuelo tenía razón sobre sus sospechas, ¡Eres lo peor que le pudo pasar a Maia! ¡La arruinaste! Y todo lo que nos ha pasado ha sido a causa tuya ¡Tú eres el culpable de todo! ─ no puedo evitar llorar ante sus duras palabras.
─ ¿Qué pasa aquí? ─ dice Candy al ver nuestros rostros.
─Candela, ¿tu sabia que Evan asesinó a mi madre? ─ ella me mira con duda por no saber que responder ante esto.
─Creí que ya lo sabías Vaiolet
─ ¡Carajo! ¡Son una puta mierda! ¡Toda mi vida es una farsa, una muy mala comedia! Estoy harta de las mentiras─ dice mi hija con mucho desprecio ante mí y tiene toda la razón de estarlo.
─Renuncio a la idea de que seas mi padre... Evan marca mis palabras, espero que te pudras en el infierno y que ardas tanto en vida que no te vuelva a ver jamás, cuando mueras sólo estaré ahí para cagarme en tu tumba ¡Nunca te lo voy a perdonar pedazo de mierda! ─ sale de la habitación rápidamente, Nicolás me observa sin extrañarse pues el sospechaba de mi desde el inicio, va tras Vaiolet.
Me tiro al suelo como cuando era niño y lo único que puedo hacer es llorar mientras que me aferro a los brazos de Candy para no sentir que estoy muriendo en estos momentos.
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Dulce Sabor Inmortal
Ficción GeneralRenunciaré al mundo sólo por probar el dulce sabor de la inmortalidad en sus tentadores labios... Nicolás va en busca de Vaiolet su primer amor. Esta dispuesto a todo por tal de encontrarla, pero ella no es la misma chica de la que el se enamoró, ah...