||Esta Enfermedad Llamada||: "Zulema Zahir" ZURENA

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La Mañana era helada. Todos iban de un lugar a otro como si un incendio se estuviera esparciendo por todas partes pero no era así.  Era el día que habían estado esperando durante días, la Boda de Macarena y Rizos, al fin unirían sus vidas de manera tradicional. Cada una estaba en una celda distinta dando lo mejor de si para prepararse y vestirse lo mejor posible, La rubia era la que mas temblaba, su cabello estaba alborotado, se sentía algo incomoda con aquel vestido apretado pero su belleza natural mas ese vestido la hacían ver preciosa. Debía confiar y Amar a su querida Rizos a partir de ese día, hasta que la muerte las separe eso era lo correcto, amar a quien estuvo siempre para ti.

Se había quedado sola en su celda, se vio en un espejo que las chicas habían traído para ella y debía admitir que le gustaba como se veía. Zulema no durmió en toda la noche tratando de entender como podría dejarla ir, no tenia muchas opciones. estaba enferma, probablemente no podría soportar el tratamiento tan intenso que le estaban dando cada maldita mañana, ni siquiera podía lidiar consigo misma, solo le quedaba dejarla ir o esperar lo mejor para ella hasta que saliera de prisión y cada quien siguiera con su vida, la amaba y por eso debía dejarla. Por primera vez en mucho tiempo dejo su egoísmo de lado y pensó en lo mejor para su persona especial.

Macarena sonrió para si misma ante el espejo, los pequeños detalles de su vestido eran delicados, detrás de ella la moribunda Zulema quien apenas termino otra de sus quimioterapias, entro con pasos lentos y se quedo a su lado sonriendo.

- te falta el velo - hablo tomando aire y fue por el velo que estaba estirado sobre una silla. lo tomo con cuidado y le pidió a la rubia que se diera la vuelta - a ver...- acomodo el velo en la cabeza de la mujer contraria hasta que quedo perfecto. La rubia la observaba llena de lastima pero en cambio, Zulema le sonreía como si fuera el día mas feliz de su vida, solo la admiraba -

- Zulema...

- te vez hermosa...

- ¿de verdad? - sonrió emocionada -

- te lo juro, te vez tan linda que me dan ganas de hacerte competencia...

- pensé que este vestido era muy simple pero puesto....es divino...

- es lindo solo porque lo tienes puesto...tu hermano llego, esta en la capilla esperando - Macarena rápidamente se alteró y dio unos pequeños saltos -

- me estoy muriendo de los nervios...jamás pensé que llegaría este día...menos con Rizos... - la menor miro a Zulema con unos ojos llorosos, por mas eufórica que estaba sabia que todo había terminado, no habrían mas encuentros, no habrían mas sentimientos dominantes hacia Zulema, se había acabado su pequeña aventura de amor -  ¿fue todo verdad?

Zulema suspiro triste y solo se limito a asentir sin mucha expresión.

- la elegiste, es tu todo...se acabo, fue todo

- no quiero que me odies después de esto...- el llanto le estaba ganando -

- no...no llores, tonta - se acerco a ella y limpio sus lagrimas con cuidado de no arruinar su maquillaje -

- de verdad tengo miedo....¿como es que voy a decirle que si? - Se sentía prisionera por su matrimonio, entregarse completamente a Rizos seria una de las decisiones mas difíciles de toda su vida pero si quería un futuro normal o "pacifico" ese era el camino correcto, quería un futuro en el que pudiera ver a su hermano sin preocupaciones, sin correr riesgos y sin dormir con un ojo abierto por el trauma de la cárcel, Rizos le traía paz y Zulema le recordaba a todo lo malo de ese lugar en el que tuvo que sacar un carácter diferente a la fuerza, eso era algo que aun no podía superar -

- escucha, iras a esa maldita capilla, veras a tu novia y a tu hermano con la mejor sonrisa que tengas...no esa aterradora que espanta a al gente - Macarena con los ojos llorosos río ante el comentario de su compañera - tomaras la manos de Rizos...- sujeto sus manos con delicadeza - y dirás que la aceptas para compartir tu vida...