Caer o Volar || Bradley Simpson //En Proceso//

Capítulo XX

Era Martes por la tarde después de la Escuela.

Me estaba alistando para irme al Spa con Chloe, tenía 2 horas para encontrarme con ella. Estaba sumergida en el armario buscando mi atuendo para mas tarde, pero Tristan llevaba un buen tiempo metido en la habitación, echado en la cama, haciendo bromas y chistes de los cuales él nomas se reía y ya me estaba volviendo loca.

¡Tristan deja de molestar! En cualquier momento te puedo golpear —dije.

Solo quiero hablar contigo —dijo poniendo ojos de cachorrito.

Con esos ojos me logró convencer y me senté a su lado.

Bueno... ¿Qué pasa? ¿Estas bien? —pregunté.

Estaré bien si hablamos —contestó.

¿Me estas ocultando algo? —pregunté entrecerrando los ojos.

Ehh... ¿Quieres ir por un café? —preguntó.

¿Qué? Eso no responde a mi pregunta —dije confundida.

¡Que bien! Salimos en 15 minutos —contestó feliz.

Se levantó de la cama y salió de la habitación.

¡Oye, no te dije que sí! —le grité.

Tristan asomó su cabeza por el bordillo de la puerta de repente.

Acabas de decir "sí" —dijo sacándome la lengua en son de burla.

¡Eso no cuenta! —contesté.

Agarré una almohada de la cama y se la lancé en la cara, Tris puso un gesto de susto y dolor lo que hizo que me causara mucha risas.

Si cuenta y apúrate porque te quedan 14 minutos —respondió sobándose el rostro con la mano, después de recibir el almohadazo. 

Rodé mis ojos.

¡Esta bien!... ¡Pero que sea algo rápido que luego tengo que salir! —contesté.

¡Súper! Pensé que sería mas difícil convencerte —dijo riendo.

* * *

Después de esperarme por 20 minutos, Tris y yo salimos al Starbucks que quedaba a unas cuantas cuadras de la casa, todo el camino Tris permaneció cayado, ya hasta me producía miedo.

Al llegar nos dirigimos hacia una mesa que estaba distante de los demás y nos sentamos uno en frente del otro.

Bueno, ya estamos aquí... ¿Qué ocurre? —pregunté.

¿Qué tipo de café quieres? —dijo mirando el menú de bebidas.

rodé los ojos.

Quiero un Espresso Macchiato —respondí.

Perfecto, yo también quiero uno —contestó.

Alzó una mano, al instante llegó un joven muy simpático a tomar nuestra orden y rápidamente se fue.

Tris junto sus manos y recostó sus antebrazos sobre la mesa, comenzó a ponerse nervioso, lo noté porque comenzó a mover demasiado las manos y mientras tanto mantenía la cabeza agachada.

¿Te encuentras bien? —pregunté.

No... no lo sé —respondió.