Your love || Hyeongmin, Minseong || Cravity

08|| Camino en este sueño parecido a la realidad

Después de la cita entre Seongmin y Hyeongjun, el mayor dejó al menor a su casa para ya irse a la suya. Siendo ya un poco tarde como las once llegó a su casa tranquilamente, viendo las luces apagadas no le dio mucha importancia entrando a la sala. Lo cual se le pareció raro porque siempre estaba cerrada cuando todos se iban a ir a dormir, tal vez sólo la dejaron abierta para que él entrara. Sintiendo un poco de frío en su espalda dorsal cuando cerró la puerta detrás suyo, caminó hacia las grandes escaleras para subir al segundo piso. Viendo en la sala como una lámpara estaba encendida, vio a todas partes para ir a apagarla junto cuando oyó unos pasos acercándose.

Entró en guardia y los nervios aparecieron, para ver una sombra que se acercaba a él y a la lámpara. Para que el reflejo de la sombra se parezca a su madre, la cual era ella. Se calmó un poco y suspiró para verla, vestida con su pijama y con los brazos cruzados. Oh no, esto no era bueno.

—Veo que te divertiste mucho con los Ham— contestó y Hyeongjun asintió.

—Así es, hablamos por la mañana. Estoy muy cansado— hizo un bostezo con su boca para dar media vuelta.

—¿Qué fue lo que te dijeron sobre la empresa?— preguntó su madre acercándose a él.

—Nada, que tenía que hacerme responsable por ser el futuro heredero— explicó lo que había entendido—. Supongo que tendré que hacerme cargo.

—Lo tendrás que hacer, eres el futuro de lo que tenemos— su madre alzó un poco la voz.

—No entiendo porqué te importa tanto. Ni siquiera me preguntaste si en verdad quería esto para mi futuro— reclamó sintiendo la furia aparecer.

—Puedes estudiar lo que quieras, sólo hazte cargo de la empresa y podrás hacer cualquier cosa— hizo un movimiento con sus manos de desinteresada—. Quién sabe, tal vez podrás tener a alguien con quien compartirla.

—El dinero no lo es todo, madre. Tengo que irme a dormir. Buenas noches— dijo para caminar hacia las escaleras.

Odiaba cuando su madre intentaba convencerlo de aceptar la empresa de ellos para su futuro, a su familia sólo le importaba el estatus social del cual todos debían de opinar. A él no le interesaba nada de eso. Se acostó en su cama cansando y reviso una última vez su teléfono. Recordaba cuando Seongmin le había dicho que el día de mañana le presentaría a Minhee. Si tan sólo supiera que los dos ya se conocían por que él fue de celoso a reclamarle de no se acercara a Seongmin. Pero pretendería no hacerse el victorioso de ganar el corazón de su novio, no bajaría la guardia porque sabría que Minhee podría hacerle algo. Como la cita que tuvo con Seongmin, ¿Qué no le habían contado de que Seongmin y él eran novios? Al parecer no, y creía que debía de demostrarselo.

Pero al parecer sólo a Minhee porque si Hyeongjun le presentaba Seongmin a sus padres lo matarían, ya que algunas veces ellos hablan sobre que debería casarse o hacerse novio de alguien con quién pudiera asociarse con ellos. Refiriéndose al dinero, creía que Seongmin no sería suficiente para sus padres. Pero sí era suficiente para él, Seongmin era todo para él. Y haría todo lo posible para recuperarlo, daría todo si era necesario. Porque sabía que nunca los iban a separar. Pensó mucho sintiendo el sueño caer en sus ojos hasta quedarse dormido. Oyendo la alarma cerca de donde estaba la apagó para levantarse, puso una sonrisa en su rostro cuando se miró al espejo para ver de vuelta a Seongmin.

Bajó para desayunar con sus padres, viendo que en la mesa no había nadie suponía que se habían ido temprano para ir a trabajar. Eso ya era costumbre para Hyeongjun desde que era niño, sus padres nunca estaban, su madre trabajaba como modelo, era una mujer hermosa, y su padre se hacía cargo de todas las empresas del país. Era algo cansado pero con su gran esfuerzo pudieron tener todo lo que ellos ahora tienen, dinero. Algo que a Hyeongjun podría importarle, pero no por ahora. A si que sólo terminó de desayunar medio plato para ir hacia el chófer para que lo llevara a la escuela. Bajándose del auto entró oyendo como su love alarm sonaba demasiado, tomó su teléfono para ver los cuantos corazones habían en la aplicación observando que eran muchos. La apagó para oír susurros provenientes de los estudiantes, seguramente sobre lo que había pasado ayer.