Una de las rosas más irregularmente iguales a nosotros, ya que, se resguardan tanto en un punto dónde se protegen así mismas dando un apartado más a lo incomprensible; tal vez nosotros somos rosas así, cada uno protegiéndose de lo que quiere, no hay un motivo claro del porque lo hacemos; pero necesitamos un alojamiento bastante grande de aquello que nos da una penumbra en nuestra mente, somos una rosa en medio de un mundo, nuestro mundo.
Hablamos sin pensar, y los que piensan al hablar se inundan de sabiduría y control total. Prolongamos espinas en nuestras raíces, pero, no tenemos espinas lo cual es irónicamente raro, se supone que todas lo tienen, una flor hermosa que esconde un pequeño dolor que viene con ello siempre. Esto es muy diferente, nosotros somos diferentes.