¡Todavía estoy casada!

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- Marinette -

Los oficiales me dieron las cosas de Luka y se ofrecieron a llevarme a mi casa, al llegar les agradecí y camine hasta la puerta. Antes de abrir respire profundo tratando de que al ver a mis hijos no cayera en lágrimas; entre y todos mis amigos estaban ahí, sentados en la sala...al verme se levantaron esperando a que hablara.

— Luka....

— Luka que?, Mari?.

— Luka...falleció.

Todos se quedaron en silencio, sorprendidos por mi respuesta y lo único que hicieron fue abrazarme, aunque yo en ese momento no sentía nada, lo único que quería era estar con Luka.

— Si quieres te dejamos sola para que hables con tus hijos y vendremos mañana para ver cómo estás.

— Gracias...sería de mucha ayuda.

Todos agarraron sus cosas y se fueron, pero sólo una quedó...Chloe.

— Vete, estaré bien.

— No Mari, acabas de perder a alguien muy importante, tienes que ser fuerte para cuando le digas a tus hijos que su papá no volverá y yo quiero estar aquí contigo.

— Estás en sus cuartos?.

— Si, están jugando con sus juguetes nuevos.

Agarre valor y camine hacia las escaleras para poder llegar al cuarto de mis hijos, dónde al entrar estaban jugando.

— Mami!!! — gritaron los dos y corrieron a abrazarme.

— Hola mis amores.

— Mami dónde está papá?.

Respire profundo y saque una sonrisa muy forzada.

— Tengo que hablar con ustedes...su papá tuvo un accidente y...estaba muy herido...y...

— Papá lo volverá?.

— Papi falleció?.

Derrame un par de lágrimas pero me mantuve fuerte.

— Exacto mis amores, papá ya no volverá.

Ambos sólo decidieron abrazarme para consolarnos los tres ya que era el peor momento de nuestra vida.

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Paso una semana, nos encontrábamos en el funeral de Luka, todos estábamos aquí y yo solo podía pensar en mis hijos...en qué, que iba a ser de nosotros sin Luka. Me quedaría sola cuidado de mis dos bellos hijos, sin nadie que me apoyará.
Al terminar llegué a la casa que era de Luka y mía, aunque...ya no se sentía así, ahora se sentía como una casa vacía, así que decidí tomar la decisión más difícil de mi vida. Agarre mi maleta y puse toda mi ropa, lo que iba a necesitar.
Fui por mis hijos e hice sus maletas, deje una pequeña nota en la sala por si alguien venía a vernos y me fui. Compre boletos de avión para poder irme de París, decidí que nos iríamos a Seattle para poder comenzar una vida lejos de París.

- Chloe -

Toque varias veces la puerta de esa casa, pero nadie respondía así que decidí entrar a la fuerza. Agarre la llave de repuesto que Marinette siempre ponía en la maseta y entre, tal vez no se despertaban todavía o quién sabe.

Subí a su cuarto y ella no estaba allí, todo su cuarto estaba en desorden; sus cajones abiertos y sin ropa. Empecé a preocuparme así que corrí al de los niños y nada, también estaba igual.
Trate de buscar algo en la cocina para saber dónde estaban u algo, hasta que fui a la sala y vi una carta.

"Estamos bien los tres, no llamen, no mensajes, ni nada. Volveré cuando sea necesario."

M

Ahí entendí que Marinette ya no estaba en París, quien sabe dónde se había ido o en qué lugar estaba, pero lo seguro es que si estaba bien.
Ella siempre estaba bien.

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