₱ɌɆ₮₮¥ ₲ƗɌⱠ [Fᴀᴅɪᴇ]

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐜𝐮𝐚𝐫𝐞𝐧𝐭𝐚 𝐲 𝐮𝐧𝐨

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Solo por ti Sadie Sink.

Y al final.. se dejaron llevar.

La pelirroja decidió ignorar aquellos golpes, aunque estos comenzaron a sonar nuevamente, eran piedras golpeando su ventana. Decidió acercarse pensando que tal vez se trataba de Sabrina. Abrió la ventana y su sorpresa fue inmensa al notar de quien se trataba.

──¿Wolfhard?

El rizado trepó hasta quedar frente a ella, no iba a rendirse tan fácil, al menos no con ella.
Sadie retrocedió un poco admirando como la luz de la luna podía iluminarlos a ambos.

──¿Que haces aquí?──indago mirándolo fijamente.

──Vine a verte

──¿A las 02:00 am? ¿En serio?──elevó una ceja acomodando algunas ondas que se formaban en su cabello.

Finn relamió sus labios──En realidad también vine a decirte algo──carraspeó rascando su nuca──¿Puedo pasar?

──Bueno ya estás aquí, sería descortés si no lo hicieras──rió ella haciéndose a un lado para que él pasara por su ventana.

Una vez que el rizado estuvo dentro de la habitación se acercó a la pelirroja.

──Sadie.. practique esto mientras venía de camino a tu casa y aún no puedo encontrar las palabras correctas para decirlo

──Bueno.. si quieres empieza por el final──se encogió de hombros ella.

──¿Por el final?

──Si.. no lo sé. Bueno, comienza por dónde tú quieras──apretó sus labios esperando la respuesta del pecoso.

Finn relamió sus labios pensando rápidamente en las palabras que diría──Sadie.. no puedo pasar un segundo sin pensar en ti, estás en mi mente cada día y aunque haya intentado mil formas de sacarte de ahí, simplemente no puedo. No puedo porque te quiero, porque te quiero tanto que podría decirte que te amo──susurró acunando el rostro de la pelirroja entre sus manos.

Los ojos oceánicos de la pecosa brillaban con cada palabra que él decía, ella se encontraba estática aún sin poder creer lo que escuchaba, Finn Wolfhard le estaba diciendo que la quería.. que la amaba

──Sé que no quieres besarme, también sé que quizás no sientas nada por mí pero──observó detalladamente el rostro de la chica que tanto le gustaba──Para mí eres como la primera flor de la primavera, eres como el aire cuando está empezando el invierno pero todavía hace calor, eres como sentarse a observar la luna desde el tejado mientras bebés el licor que le robaste a tus padres──ambos rieron sin dejar de mirarse a los ojos──Cuando estoy contigo siento ganas de escribir miles de canciones románticas y que todas y cada una de ellas lleven tu nombre porque eres una inmensidad de emociones que me encantaría vivir siempre.. Sadie necesito de tu risa para poder sobrevivir a todo esto