26: I feel safe in your arms (Final)

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—Extrañaba tanto hacer esto —dije con felicidad.

—Yo también —dijo Gerard—. ¡Estoy emocionado!

—Eso dicen ustedes —bufó Marshall—. Yo me siento como un niño pequeño en su primer día de clases en una nueva escuela.

—Tranquilo Marshall —habló Rory—, todo irá bien y te divertirás mucho.

Mi roomie no parecía del todo convencido, pero asintió a lo que dijo mi mellizo.

Por alguna razón, mis amigos —en especial Jacob y Peter— querían retomar nuestras costumbres de preparatoria. Así que haríamos de nuevo ese recorrido tan especial; desde el restaurante hasta alguna fiesta en un vecindario lejano del nuestro. Ese fin de semana tuvimos suerte, Peter escuchó sobre una fiesta por parte de su primo y por supuesto no dejaríamos ir esa oportunidad con facilidad.

—Ya falta poco. Espero que Peter no olvide la dirección o que no se trate de alguna de sus bromas —Gee puso los ojos en blanco.

—¿Dónde dices que está Peter? —le pregunté.

—Con su esposa, esperando que termine de alistarse.

Llegamos al restaurante, Phoebe, como era de esperarse, ya estaba ahí con Benjamín a su lado y parecía bastante nervioso.

—Ben, ¿estás bien?

—Sí, ¿por qué lo preguntas?

Era obvio que mentía, y todos lo notamos.

—Diles —apoyó Phoebe.

—Ok —dijo Marshall—, ahora tengo más curiosidad que antes.

Benjamín dio un gran suspiro, luego puso sus manos arriba de la mesa. Se notaba nerviosísimo.

—Le pediré a Alma que se case conmigo.

Al principio, nos quedamos en silencio, pero segundos después lanzamos un par de gritos y felicitaciones. Estábamos muy felices por ambos, y llegamos a la conclusión de que había algo más que celebrar ese día.

*

La dueña y la cocinera del lugar nos conocían bastante bien, tanto que nos tenían un cariño especial. Por eso ya estaba lista nuestra comida favorita, excepto de los "nuevos" rostros: Jude, Alma, Valerie y Alison.

Alison era la amiga de Jacob, la que conoció en aquel bar y la verdad era que me agradaba demasiado y parecía era algo reciproco. La rubia se estaba ganando el cariño de todos con una rapidez impresionante.

Cuando trajeron la comida de ellas cuatro me pareció un poco extraño que la mesera trajera consigo un platillo extra. Estuve a punto de preguntar cuando la puerta del local se abrió, mi pregunta estaba siendo respondida. Era Roxanne. No tenía ni la menor idea de que ella estaría ahí, lo cual me hizo sentir vulnerable y pequeña.

Alma la vio y se acercó a ella con efusividad. Rox se sentó con nosotros y todos la saludamos con cariño.

—Te extrañábamos mucho, Rox —dijo Ben.

—Yo igual —sonrió—, por eso quise venir de sorpresa... bueno, algo porque el único que sabía era Gee.

—Al fin guardas un secreto —bromeé.

—Era una buena causa —se encogió de hombros.

Seguimos conversando y disfrutando de la comida. Sin embargo, yo no podía dejar de pensar en Rox y en querer poder hablar con Arvel o con ella. De cualquier manera, traté de tranquilizarme, éramos adultos, él era mi novio y ella estaba de acuerdo en eso.

Siempre fuiste tú ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora