Plan Perfecto | Chaesoo.

Prólogo.

Tan solo un par de niñas, con catorce años de edad, reunidas en la habitación de una de ellas. ¿Sus nombres?; Kim Jisoo y Park Chaeyoung.

Hoy no es un día común como cualquier otro, luego de la escuela ambas decidieron reunirse en el hogar de los Kim, listas para formar parte de uno de sus proyectos más importantes.

—  Entonces Jichu, ¿ya por fin me mostrarás que es eso que tanto te emociona? —. Pregunta la de cabellera roja, con un gran porcentaje de intriga recorriendole el cuerpo. Su mejor amiga había mencionado esa misma mañana que iba a mostrarle algo que cambiaría sus vidas.

— He notado las veces que te has quejado por no tener tiempo con tu hermana. Lisa ha rechazado tus invitaciones para hacer cualquier cosa juntas, en repetidas ocasiones.

— Jichu, creí que haríamos algo divertido, no hablar sobre la miserable relación que tengo últimamente con mi hermana —. La menor comienza a sentirse incómoda, no le gusta hablar del tema.

— ¡Espera un poco, mujer!. Jennie tampoco me ha prestado atención y eso es bastante cruel.

— Ya hemos hablado sobre esto, es porque son pareja y todo el tiempo están juntas, es algo frustrante, pero...también algo con lo que tenemos que vivir, ¿no es así?.

— ¡Es ahí cuando te equivocas, mi querida Rosie! —. La gran sonrisa en su rostro, despierta la curiosidad de la chica más alta.

Sus miradas se cruzan, al instante Jisoo entiende que debe dejar el misterio a un lado, es su momento de revelar la verdad.

— Este es mi mayor y más preciado invento, así que con ustedes... — Realmente no existe un público más allá de Chaeyoung, pero Jisoo disfruta el imaginar que alguien más las observa para ser testigo de su presentación. — ¡he aquí Operación "SANH"!.

Chaeyoung queda paralizada por unos segundos, aún sin entender, como funciona la cabeza de su mejor amiga.

— ¿Operación "SANH"?.

— ¡Sí!. Es solo una abreviación, y significa "Operación separar a nuestras hermanas" —. Habla más que interesada sobre el tema, encontrandose convencida de que realmente todo saldrá a la perfección.

— ¿Y eso lo has pensado tú solita? —. La menor aún parece estar sorprendida, como si no supiera qué decir o cómo reaccionar.

— ¡Claro que sí!, hasta he creado ya varias cosas que podríamos hacer para que tengan tiempo para nosotras.

La emoción que la más bajita posee, logra causar ternura en la pelirroja, tal vez el plan sea un tanto infantil, más siente que, si el poner en marcha esa operación hace feliz a la pelinegra, la hará feliz a si misma también.

— ¡Eres toda una genio, Jichu! —. De un solo brinco, logra salir de la cama y rodea a su amiga en un cálido abrazo.

— ¡Lo soy!, ¿verdad? —. Habla orgullosa mientras corresponde el abrazo gustosa.

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