[ dos ]

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Después de que la maestra me mandara a dirección, el director me sermoneo. No sé ni de qué hablaba me perdí cuando él me dijo Jughead Jones ya tan pronto en dirección...después de eso ni me pregunten qué me dijo porque no tengo ni la menor idea. Me fui completamente en mis pensamientos, recordando ese beso.
Ambos se acercaron a donde yo estaba sentado. Los miré y les hize un gesto para que se sentaran.
-La hiciste buena esta vez- me acusó Archie, con una sonrisa mientras me daba una palmada en la espalda y se sentaba a un lado de mí en la mesa.
Estábamos en la cafetera de la universidad.

-Nunca me enorgullezco de mis impulsos- le contesté encogiéndose de hombros.

-Volviste a caer en dirección y todavía no son las 10 de la mañana- sentenció Blossom.

-Así es- contesté

-¿Y cómo te fue?- pregunto Archie

-Creo que el rector y la secretaria están tomándome afecto. Me invitaron un café, unos bocadillos y el rector se fumó un cigarrillo conmigo mientras me decía la importancia de causar buena impresión en esta Universidad, debido a las altas personalidades que aquí se encuentran- rieron con ganas

-Ya no hayan como llegarte...-dijo Cheryl en una carcajada.

-¿Llamaron a tu padre?- pregunto Archie. Me encogi de hombros.

-No- conteste secamente- El director prefiere tratar esto directamente conmigo...creo que mi padre le pidió que no le pidió que le hablaran cada 5 minutos por mis estupideces. De todos modos él no se encuentra en el país.

-Viaje de negocios- dijeron mis amigos las unísono

-Fiesta- sentencié con seguridad

-Me agrada como trabaja tu mente- dijo dándome una palmadita en la espalda Archie.

-Mira quién viene ahí- dijo Cheryl con desenfado y un poco divertida- Parece estar enojada.

'Ay no Donna, no por favor' pensé.
No estoy de humor para ser simpático, y mucho menos con ella. Me volteé con temor y sonreí al ver que era la nueva y echaba chispas por los ojos. Me puse de pie

-Lo siento- me disculpe cuando estuvo cerca y paró en seco su brusco andar. Estuvo bueno ese beso y no me arrepiento de habérselo dado, pero no estuvo bien besarla sin su permiso.

-¿Te arrepientes?- pregunto con cierto enfado en la mirada

-No- fui sincero y recibí un puñetazo en la cara de su parte. Esto era extraño, normalmente las chicas dan cachetadas. Me sobe.

-¿Y eso por qué fue pregunte haciéndome el inocente.

-¡Por besarme sin antes preguntarme!- me dijo y giró sobre si misma para volver a irse. Yo la tomé del brazo y la jalé hacia mi.

-¿Te puedo besar?- le pregunté.

-¡No!- me dijo y jalo su brazo para poder irse.
Entonces la tomé de la cintura y la sujete con firmeza. La volví a besar mientras forcejear conmigo para soltarse. Y la besé de la misma manera que antes, pero esta vez fui más rudo. Todavía me ardía la quijada por su culpa. Hasta que se quedó quieta y dejó caer sus brazos a los costados. Sus ojos color esmeralda se fijaban en los míos, mientras mi boca seguía sobre la de ella. Me alejé despacio y le tape la boca con mi mano derecha antes de que me gritara.

-Dijiste que te enojaste porque no te pregunté- me justifique con una sonrisa de autosuficiencia- Nunca dijiste que no podía besarte si te negabas.-

Los chicos rieron detrás de mi y a ella por un momento se le hicieron agua los ojos. Luego los apretó y volvió a tener esa mirada de decisión que pude ver hace unos momentos.
Vi a donde se dirigía y me imaginé lo que estaba maquinando en su mente como contra ataque. La giré para que me diera la espalda, apoyando si espalda contra mi pecho, para mantener la parte más sensible de mi cuerpo lejos de sus rodillas, pero bastante cerca de su trasero. Sonreí pervertidamente.

Peligrosa Obsesión| Bughead Donde viven las historias. Descúbrelo ahora