KIMONO BOYS || SUJIN|| JINSU||

30. EPILOGUE: Heaven In Hiding

Las luces volvían a bajar, el show estaba por comenzar. La música resonante, los cuerpos apareciendo en el escenario. Soojin, una chica picara recibía de golpe la luz de un reflector, su cabello negro era una cascada nítida sobre su piel perlada en dorados. Una criatura más apareció, un cuerpo musculoso en un kimono verde manzana que rozaba su cuerpo con soltura y gracia. 

Wonho. 

Ambos artistas se acercaron lo suficiente para ser tentadores para el publico. 

Un grupo de personas camino apareciendo, el desfile de colores eran para maravillarse, rosas, amarillos, negros, azules, magenta, turquesas...y más. Chicos y chicas se movían hasta quedar frente al publico. 

Una guitarra resonó con más fuerza antes de que un chico en un kimono purpura saliera a mitad del escenario, con gracias se comenzó a mover, la danza llamo la atención de todos.

Yoongi sonrió al verlo, su chico se veía precioso. 

Otro chico, esta vez con un kimono rojo sangre se coloco a su lado para bailar juntos. Jimin brillaba bajo las luces con sus pies ligeros. Descalzo era casi una visión angelical. Hoseok al lado de Yoongi chilló contento. 

Cada cosa lo hacía más emocionante, el ritmo de la música se aceleraban y luego volvía a la lentitud, hipnotizando a los presentes. Incluso, el chico del bar había subido, con un kimono blanco repleto de pequeños diamantes de luz. Sobra decir que Jungkook estaba casi babeando. 

Y aún quedaba más, cuando las puertas del lugar se cerraron, todos los empleados bailaban entre las mesas y el dueño...

Un chico alto, esbelto de cabellos oscuros y largos. De ojos oscuros y labios entintados camino hacía el centro, un micrófono esperando por él. El kimono negro con destellos verde esmeralda y rojo acentuaba su piel. Debajo no había camiseta pero si un par de pantalones que caían de sus caderas con sensualidad. Kim Taehyung.

Su voz termino por atrapar a todos, baja, grave, sensual, cautivante y coqueta. Jadeante y sexy, todo el lugar se quedo sin palabras, cada uno de su sentidos estaba estimulándose de maneras muy especiales. 

La presentación continuo por lo que pareció un largo rato, cada participante, cada cliente cayendo en cada momento por todo el arte presentado. Hacia el final, las chicas dejaron el escenario, se movieron por el lugar hasta quedar fuera de la vista. Dejando solo a los chicos en kimono llevarse la atención. 

La coquetería, el jugueteo, el atrevimiento y soltura permaneció en el grupo de hombres frente a los espectadores. La música fue bajando, las luces eran cada vez más bajas hasta que la oscuridad dejo a todos ciegos. El silencio reino y nadie sabía como reaccionar.

Yoongi, como cada cliente se dejo llevar. No cuestionando nada pero su piel se erizo al sentir el toque de alguien, esas manos las conocía tan bien ahora, dos años habían sido de gran ayuda en conocer su cuerpo. Luego solo sintió el peso de un cuerpo en su regazo y unos labios en sus mejillas, en su mentón ... contra su boca. Por instinto abrió sus labios y su lengua busco salida para encontrar la del otro. Todo a oscuras, sin verse pero sintiendo todo. 

—Cuando las luces regresen, búscame. —su voz jadeante resonó contra su oído.

Sintió como el chico lo dejo y poco después las luces empezaban  a subir de nuevo. Poco a poco fueron acostumbrándose a la luz. Los clientes aplaudieron y el personal del lugar dio una reverencia. 

Yoongi busco a su chico pero no lo vio entre quienes agradecían los aplausos. Sin pensarlo mucho se levanto y camino hacía donde su propios pies lo guiaron, subió las escaleras y busco la puerta que conocía tan bien. 

Su chico estaba recostado en la cama, el kimono se esparcía por aquel espacio dejando al chico ser la tentación encarnada. Yoongi sonrió antes de cerrar la puerta y caminar hacia Seokjin, quitándose la camisa a mitad del camino.

—¿Esto es el cielo?

—¿Por qué? ¿Parezco un ángel?

—Uno muy tentador si debo ser honesto. —Yoongi se posiciono encima de Seokjin, beso sus labios y se rindió ante su boca.

Yoongi se entrego de nuevo, como cada día al chico en esa cama, encontrando en él lo que no sabía que buscaba, un pedazo escondido del cielo. 

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Hola, Cherry aquí, se que tarde demasiado pero quería terminar esta historia con algo que fuera muy yo...o sea sencillo pero que fuera al final de cuentas sea algo que me gustaría que pasara y como yo creo que las cosas tendrían sentido.

Gracias por leer de nuevo. 

Gracias por comentar, por sus votos, sus visitas.

El apoyo en general muchísimas gracias.

Esto es final de esta historia y de nuevo gracias.

Si quieren algún extra de algo en especifico pueden dejármelo en sus comentarios.

Cherry se despide y nos leemos pronto.

-Cherry, fighting.