MASCARADA

Oneshot

Mascarada

La Condesa Marta O'Brien, una de las más acaudaladas de Londres, celebraba como cada año por todo lo alto su Cumpleaños con una gran fiesta de máscaras.

_ Buenas noches, sean todos bienvenidos. Agradezco el que hayan podido venir a celebrar junto a mi, un año más de vida con este baile de  máscaras. Espero disfruten de la velada.

Los cocheros se volvían locos a la hora de aparcar los carruajes, ya que la mitad de la calle estaba tomada por una multitud deseosa de entrar al hotel. Era tanta la gente que apenas se podía avanzar más que a empujones.

_¡ Por fin has llegado! Me moría de impaciencia esperando aqui mientras todo el mundo pasaba.

Candy apenas se bajaba del carruaje cuando Annie la acorraló, saludando brevemente a sus padres para después de su brazo hacia el interior del famoso baile.

_¡ Vamos, no hay tiempo que perder! He visto a caballeros más que interesantes hablando con nuestra querida condesa,¡ ¡ quizas te los pueda presentar!

La señorita Annie Brighton tuvo suerte, pues estaba comprometida desde la temporada pasada, y nada más que con el vizconde Archibald Cronwell .No fue difícil llegar a un acuerdo pre nupcial, pues el atractivo y encantador Vizconde buscaba a alguien que sacará de la ruina a su familia, y ella, adorable y sensual, poseía una basta fortuna. Exactamente igual a lo que pretendían los señores Ardley.

_ Sé que sólo me quiere por mi dinero, ¡Pero es tan guapo y amable! Me da la independencia que necesito. Sé que pronto sentirá lo que yo siento por él, _ le explicaba emocionada a Candy cuando le preguntó como iba con los preparativos de su boda.

_ Vamos, nos acercaremos al grupo de la Condesa, a ver si nos presenta a alguien...

_ ¡Oh ,mis jovencitas! _ las saludó la Condesa Marta O’brean. Era simpática con los nobles como con el resto. Le encantaban las fiestas y sobre todo, engalanarse de plumas y joyas. Candy tuvo que contener la risa al apreciar que esa noche parecía un pavo real _Que gustó verlas esta noche.

_ Caballeros, tengo el gusto de presentarles a dos jóvenes amigas mias, las señoritas Candice Ardley y Anabelle Brithon, prometida del Vizconde Cornwell.

No, allí no había ningún príncipe exótico, ni un Duque valeroso con el que ella siempre soñaba, si no fuera porque deseaba estar enamorada de una persona real, y vivir su "Felices para Siempre " se quedaba encerrada en su casa disfrutando de sus historias de amor inventadas, en lugar de asistir a esos bailes.


Candy con su  vestido verde se removió incomoda entre las personas. Llevaba un buen rato esperando encontrar a sus padres. Ella al igual que todos los demás asistentes al baile llevaba una elegante mascara sobre sus ojos, la cual le cubría la mitad del rostro. Se veía magnifica enfundada en aquel vestido largo y elegante, el cual tenía un corte preciso en la pierna que dejaba ver sus pálidas y torneadas piernas.

El tiempo Pasaba lento. Después de casi una hora la Condesa O’brean se acercó a ella
_ Por fin me puedo relajar un rato. _ Querida señorita Ardley, tiene una cara de fastidio. ¿No esta disfrutando de la velada?

_ Oh, desde luego, Su señoría. _ Se apresuró Candy, para no ofender a la anfitriona _ La música es excelente, y como siempre se ha esmerado en el decorarlo.

_ Mi amiga tiene la fantasía de encontrar a su príncipe azul,  _ comentó con cierta gracia Annie.

_ ¡Annie, no digas eso!

_ No se preocupe, señorita Ardley, tengo que confesarle que en el fondo, es lo que queremos todas. No puedo asegurarle un príncipe, pero tengo algo que contarles, _ las invitó a sentarse, hay alguien deseoso de conocer a la señorita Ardley.

_¿A mi? ¿Cómo es posible? No he notado a nadie interesado _ exclamó con los ojos muy abierto y llena de e mocion.

_ Pues me ha dicho que lleva todo el baile pendiente de usted. Quiere que se la presente y así poder entablar una conversación.

_ Su señoría, no nos deje con las ganas, ¡Cuéntenos más! ¿Quién es el caballero? _ Annie sonreia casi tan emocionada como ella.

_ El caballero en cuestión es el Duque Terrence Gradchester, _al revelarlo, se percató que ni Candy ni Annie lo conocían. _ Es un caballero distinguido ,dueño de una de las casas más grande de Londres y de una gran fortuna.

_ ¿En serio ha sido ese caballero el que ha preguntado por mi? _preguntó Candy aun esperanzada.

_ Sin duda, señorita Ardley _ respondió la dama .

Dicho así, la mujer la condujo hasta donde se encontraba en Duque.

_Su gracia, le presentó a mi amiga, la señorita Ardley. _ Candy se inclinó con elegancia, 

_ Un placer conocerla,señorita Ardley. Perdóneme que haya pedido esta presentación, pero tenía curiosidad por conversar con usted  _ el Duque habló con voz grave. Candy recobró un poco el ritmo de su corazón, pues no había estado nunca frente a un hombre tan atractivo.
 
_Disculpe mi atrevimiento, pero ¿tendría la amabilidad de concederme un baile?

Los colores se le subieron al rostro en un segundo. ¿Ella bailando con un Duque frente a todos? Casi podría escuchar a sus padres firmando una acta de matrimonio por ella, y los cuchicheos de la gente.

_ Eh,... por supuest su gracia. _ contestó totalmente perdida en esa mirada azul zafiro. Candy trató de calmar los nervios que sentía cuando la música comenzó a soñar.

_ He escuchado que su padre se dedica al comercio, ¿ES correcto?

_ Si, así es, su gracia. _ ella no le miraba a los ojos.

_ Disculpe mi atrevimiento, señorita Ardley, ¿está usted comprometida actualmente o hay algún caballero en su mente?

_ No su gracia, no tengo ningún pretendiente.

Candy solo quería encerrarse en su cuarto, no creía lo que había pasado en el baile. El Duque de Grandchester había pedido permiso a sus padres de cortejarla.

***********

—Amor, ¿estas preparada?

—Terry me asustaste —respondió ella dando un respingo y cerrando el cofre donde guardaba los recuerdos desde los inicios del cortejo hasta el día de su boda.

—Ya veo que aún no te puedes creer mi repentina petición en el baile del Savoy —sonrió de medio lado —te haré una confidencia —le guiñó un ojo —yo estaba interesado en ti desde antes de ese baile, pero jamás me había atrevido a acercarme a ti por miedo aun rechazo.

—¿Desde cuando exactamente?

—Desde la fiesta de compromiso de tu amiga y Lord Cornwell.

—¡Oh! —abrió los ojos —pero esa noche te la pasaste bailando con la odioso de Lady Susana —se cruzó de brazos.

—Lo hice por llamar tu atención y al juzgar por tu comentario, doy por hecho que conseguí —la abrazó.

—Eres un tonto, no debiste esperar tanto tiempo.

—Valió la pena, ahora estamos aquí juntos —la besó —le estoy agradecido a Lady O’brean, no sé que hubiera hecho sin su complicidad y ayuda. Fue ella quien me dijo todo sobre ti —suspiró —Te Amo Candy eres lo mejor que me ha pasado en la vida —besó sus labios —nos vamos —ofreció su brazo —la fiesta de Cumpleaños de Lady O’brean aguarda por nosotros. Quien quita y seamos ahora nosotros los cómplices de una nueva pareja —rió —quizás toque pagarle el favor a Lady O’brean.

—¿Que tienes en mente?

—Me he dado cuenta la manera como Lord Alistair mora a Lady Patricia.

Candy sonrió dulcemente al tiempo que negaba con la cabeza. Aceptó su brazo y salieron juntos para reunirse con sus amigos y miembros de la sociedad Londinense a la Fiesta que cada año Lady Obrean ofrecía para celebrar su cumpleaños.

Fin