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Todo marchaba bien. Luffy cada vez podía entrar en más confianza con el resto de la tripulación y los nuevos parecía que se habían adaptado bien, aunque algunos se seguían negando a decirle Oyaji a Shirohige, sin embargo esto no le importaba al Yonkō. Todos los nuevos comenzaron su entrenamiento con el Haki mientras que los hermanos se encargaban de perfeccionarlo. Ace y Luffy eran los mejores en el Kenbunshoku Haki mientras que Sabo los superaba en el Bushosoku Haki, Luffy incluso llegando a ver un poco del futuro, lo cual le dijeron que era algo único y que solo un miembro de la tripulación de Big Mom era capaz de hacer. El Haoshoku Haki el que más lo entrenaba era Ace, ya que no podía permitirse ser débil, debía proteger a su familia. Él y su hermano menor habían logrado alcanzar el Haki del rey supremo, pero intentaban llevarlo más allá, para que nadie estuviera por encima de los piratas de Shirohige.

(...)

Nuevo Mundo era increíble, con unas islas jamás vistas y que superaban a la imaginación. Pero como cualquier barco tuvieron que parar para reponer suministros, más teniendo en cuenta que tres de sus miembros comían como pozo sin fondo. La isla en la que pararon era gigante y, por sorprendente que parezca, los piratas de Shirohige no la habían visitado antes. Como iban en búsqueda de comida (en su mayoría carne) el grupo que se encargaría de explorar la isla constaba de Thatch, Ace, Sabo y Luffy, el primero por ser el cocinero principal y los otros tres porque era por su culpa que se quedaran sin comida tan rápido. Bajaron del barco y comenzaron a adentrarse, separándose los hermanos por un lado y Thatch por otro. Ace, Sabo y Luffy irían en búsqueda de carne mientras que el cocinero a por lo restante. Con el grupo de tres, iban tranquilamente hablando hasta que un enorme oso se cruzó en su camino, era incluso más grande que el que había en el monte Corvo. Los tres se miraron y vieron al cielo, los árboles eran lo suficientemente grandes para que ambos pelinegros se convirtieran, y eso hicieron, en pocos segundos un gigantesco lobo negro con naranja junto a una enorme pantera con verde se hicieron presentes. Al ver a los nuevos animales el oso quiso huir, pero fue cazado fácilmente por ambos depredadores, lo que provocó que la tierra temblara ligeramente por el salto y la caída de los tres. Al sentir el temblor, el de tupé corrió a ver qué lo había ocasionado, pero al ver a los gigantescos animales se escondió a una considerable distancia para evitar que lo vieran. Se asomó por detrás del enorme árbol que le servía como escondite y vio con asombro como los animales se convertían en sus nakama Ace y Luffy, quienes se acercaron a Sabo, el cual también caminaba hacia ellos. El rubio dijo algo que no logró escuchar, pero se asombró el doble al ver como Luffy, de la nada, creaba un cuchillo de puro hierro y se lo entregaba a su hermano. Con el arma en mano, Sabo adoptó su forma híbrida y fue encima del animal para empezar a quitar la piel y conseguir lo necesario para llevar al barco. Una vez más el cocinero se quedó en blanco.

--No son usuarios de Akuma no mi, pero ¿qué son? --pensó con gran impresión.

Una vez el mediano de los tres terminó su trabajo cada uno cogió un gran trozo y siguieron avanzando. Thatch los siguió a una considerable distancia, sabía que Ace y Luffy podrían detectarlo si se acercaba mucho. Llegaron hasta un lago, donde dejaron lo cazado y los tres se lanzaron al agua, Sabo y Ace tras quitarse sus botas. Como si nada salieron a la superficie y jugaron con el agua, confirmando las sospechas de Thatch de que no eran usuarios. El rubio se colocó de pie sobre el agua como si nada y caminó hacia fuera, dejando su sombrero en la tierra al igual que su gabardina. El agua se tiñó de rojo por la presencia de los tres, quienes iban manchados por la sangre del oso. Una vez limpios salieron y el mayor usó su poder de fuego para secarlos antes. Hablaron sobre algo y comenzaron a caminar de vuelta al barco con la carne siendo llevada por las ramas de los árboles para evitar ensuciarla demasiado. Cuando se alejaron, Thatch se permitió sentarse en el suelo para poder respirar y analizar lo visto, pero nada cuerdo llegaba a su cabeza, solo podía asociar a los tres con seres mitológicos, pero si fuera así, no deberían existir, son mitológicos por algo. Sacudió la cabeza y se apuró a terminar con su parte de la búsqueda y volver al barco, donde el trío no estaba, solo la carne que era subida al barco por el resto de la tripulación y preparada para su almacenamiento.

--¿Dónde están? --le preguntó a Marco, quien estaba llevando la cuenta de todo.

--¿Luffy, Ace y Sabo? Volvieron al bosque para traer otra tanda de carne --señaló a la arboleda que se extendía a apenas unos metros.

--Marco, vi algo increíble --comenzó a divagar en voz alta.

--Thatch, Thatch, alto --lo detuvo Marco, quien parecía estresado con tanta palabrería. --¿Qué viste? --se centró en lo único que había entendido.

--Ace, Sabo y Luffy no son portadores de habilidades --resumió toda su palabrería.

El rubio abrió los ojos impresionado, mirando a su alrededor, pero nadie les prestaba atención.

--¿Cómo sabes eso? --bajó el tono, extrañando a su hermano de otros padres.

--¿Por qué bajas el tono? --devolvió la pregunta.

--No cambies de tema --frunció el ceño.

--Atacaron a un oso gigante, Ace era un lobo enorme y Luffy una pantera, y Sabo tenía rasgos de dragón, alas y cola --exageró todo abriendo los brazos. --Luffy creó un cuchillo de hierro y hacía mover las ramas de los árboles para transportar la comida --terminó de decir sin borrar su sorpresa.

El Fushichō suspiró, tarde o temprano Thatch se iba a enterar.

--No le digas a nadie, luego hablamos --zanjó ahí el tema, volviendo su atención al bosque, de donde salía ruido.

Por los grandes troncos aparecieron los hermanos con más comida. La segunda división se apuró a cogerla y comenzar a prepararla.

--Con eso es suficiente, subid ya --medio gritó el primer comandante hacia los otros tres.

Estos subieron y se alejaron de la comida, si bien habían cazado por su cuenta y ya estaban llenos el olor siempre los incitaba.

Thatch quiso correr para pedir explicaciones, pero su amigo lo detuvo negando y avanzando él en su lugar.

--Chicos --llamó a los tres, quienes discutían sobre algo.

--¿Qué ocurre, Marco? --curioseó el menor.

--Thatch os vio, sabe que no sois usuarios --comentó hacia los tres, quienes abrieron los ojos sorprendidos.

--No debimos ser tan descuidados --suspiró Sabo rendido.

--¿Podemos decirle a Thatchy? --preguntó con mirada llorosa el Monkey, enterneciendo a los tres.

--Claro, es otra persona de tu confianza --acarició su cabello con dulzura el pecoso.

El otro D. ronroneó gustoso, aceptando las caricias.

Fue una noche larga donde los cuatro le contaron al cocinero sobre la verdad.

--Eso explica muchas cosas --no reccionó como Marco, aunque también es verdad que no se enteraron de la misma manera.

--Es un secreto, solo Oyaji y Marco lo saben --terminó la conversación Sabo.

Todos se fueron a dormir menos Ace, que le tocaba guardia.

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Capítulo hecho con la ayuda de palomakitzune

Avanzando con nuestra familiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora