Song-fic's Yaoi One Piece

Candle Queen (Bartocaven)

(Pedido hecho por Kuro-Angelyaoi)

Cavendish era un noble conocido por su exuberante belleza, desde niño siempre había sabido como usar eso a su favor y como conseguir siempre lo que quería, dando igual los medios que tuviera que utilizar para conseguir aquello que quería. Se lo tomaba todo en serio y la humildad junto a la paciencia nunca llegaron a él a pesar del paso de los años, solo siendo identificado por su gran ego y belleza, aunque el primero siempre lo sabía ocultar para que la gente se le acercara más fácilmente para poder usarla en su beneficio. Él vivía por y para eso, para ser elogiado y aclamado por encima del resto, siempre debía ser el protagonista como persona superior que era. Daba igual niños, adolescentes, adultos o ancianos, siempre y cuando le sirvieran para poder seguir ascendiendo le daba igual usar a quien fuera. Siempre destacaría como una vela en pleno invierno, con su melena rubia brillando en amarillo, el único e inigualable Príncipe Cavendish.

Eso es lo que hacía ahora mismo, quería avivarse cual fuego cuando le echas leña, y su siguiente víctima ya estaba decidida: Bartolomeo El Caníbal. Tenía entendido que a ese chico no le importaba nada más que meterse en líos y sacar a delante a su familia, y era la única persona en toda esa ciudad que no lo admiraba, ni si quiera lo veía cuando andaba en la calle sobre su corcel blanco, siempre dándole la espalda como si no fuera nadie, no sabía donde se estaba metiendo.

Pidió toda la información que pudo sobre él, aunque no había mucho, parecía que no dejaba saber mucho sobre su persona. Lo que sí sabía era que era un despreocupado vándalo que podía pegarte la paliza del siglo si no ibas con cuidado. También que nunca había estado con nadie sentimentalmente, era como si tuviera una barrera puesta alrededor de su corazón, sin dejar pasar a nadie que no estuviera ya dentro de él. Esa era su meta, destruir esa barrera para ponerlo a sus pies.

Contra su propia opinión se vistió menos llamativo que de costumbre y se propuso entrar en las sucias calles que aquella persona habitaba. No supo lo que era la aprensión hasta que entró en aquellos lugares sucios y oscuros donde sentía que en cualquier momento alguien podría hacerle algo y poner en peligro su integridad física, y eso era lo último que quería. Caminaba mirando a todos lados, debido a esto no se percató de la persona que se había parado delante de él hasta que fue muy tarde. Chocó con alguien y cayó directamente al suelo, dañándose sus posaderas en el proceso. Iba a reclamar a quien fuera que haya sido pero antes de poder decir nada vio delante de él a quien buscaba. Hombre alto, musculoso, con un tatuaje extraño en el pecho, grandes colmillos, pelo verde, largo y con forma de cresta de gallo junto a unos penetrantes ojos rojos que parecían que te podían ver el alma. Tragó grueso, nunca pensó que aquel al que buscaba fuera a ser tan... aterrador. Pero debía de hacerlo, si conseguía usarlo para poder seguir subiendo, aunque fuera en aquellos bajos mundos, lo haría.

--¿Qué hace un principito por esta zona de la ciudad? --su voz era ciertamente extraña, pero el tono burlón se percibía claramente.

Cavendish se puso en pie solo maldiciendo muchas cosas, aunque no siendo escuchado por el otro.

--¿Crees que soy un príncipe? --era lo único que destacaría de lo recién dicho, pensando que no sería tan difícil.

--No, pero con ese aspecto en esta zona es como si lo fueras --se hurgó la oreja con el meñique sin darle mucha importancia.

Ahí iba toda la esperanza al creer que sería fácil. Suspiró irritado por el comentario y las acciones del contrario.

--Igualmente, me gustaría conocer este lugar, nunca había estado aquí --inventó intentando que sonara convincente.