Ese día en la escuela te encontré varias veces.
En todas me hablaste y me regalaste muchas de tus lindas sonrisas.
"En la tarde hablamos en Whatsapp".
Me dijiste y no pude evitar sonrojarme como tonta.
Ya quería que el tiempo avanzara para hablar contigo.
Por otra parte, se me había ocurrido una idea genial para hablar contigo sin que te enteraras que era yo, desde un número desconocido.
"Me gustas mucho, ¿sabías eso?
Tu sonrisa es una de las cosas más lindas que ví".
Te mandé eso y otras cursilerías que ya no recuerdo.
Estaba muy nerviosa, quería saber que responderías.
