"Oye, eres tú verdad, la niña que me está hablando desde el otro número."
Me enviaste a el número normal donde siempre hablamos.
Joder, joder, joder.
No sabía que hacer.
Me habías descubierto.
"No sé de que me hablas".
Si para mentirosa estoy buena.
"¿De verdad? Ay, discúlpame".
No podía mentirte, tenía que decirte de una vez por todas.
Junté todo el valor que pude y te dije:
"Bien, si soy yo.
Me descubriste. Creí que duraría más tiempo.
Me gustas desde hace mucho, solo que me da mucha vergüenza y pena decirte porque se que vas a dejar de hablarme y no quiero eso, pero ya qué".Sentía una carga menos.