❝Aprender el arte de la jardinería❞

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—¿A ti también te gusta la jardinería... Amane?

Repentinamente sus ojos se abrieron otra vez rodeados de lágrimas saladas que se escurrían como un río de aguas tormentosas, el viento frío y recio mecio con brusquedad sus cabellos azabaches y su gorra que descansaba en su pecho agarrado por su mano derecha.

¿En qué momento se quedó dormido? Se preguntó internamente al no saber cuándo había pasado de estar contemplando el astro nocturno por su ventanal a terminar en el estado de reposo que todos los seres vivientes necesitaban.

No tenía necesidad de hacerlo por el hecho de ya no tener un cuerpo al cual dejar en reposo, pero quedarse despierto toda la noche era algo aburrido, a veces iba a molestar al Segundo y Quinto misterio pero había excepciones en las cuales él quería algo; soñar. 

Para ser más precisos eran recuerdos que tenía de su anterior vida antes de quedar atado al baño de chicas y conceder deseos, como cuando jugaba con Tsukasa a las escondidas en el bosque cerca de su anterior casa, aquella casa ubicada fuera de la pequeña ciudad que era en aquel entonces donde vivía, pero entonces volvía él a atormentarlo otra vez, siempre aparecía, siempre le recordaba aquello. 

Él siempre volvía.

— Tonto Minamoto…

Susurró a la nada cubriendo su vista con su antebrazo derecho, dejando caer más lágrimas en donde la misma luna y estrellas extendidas por el manto oscuro eran testigos de esa escena en donde toda la valentía y seguridad del fantasma abandonaba su transparente cuerpo dejando mostrar lo que eran en el interior, pues era así; Hanako-kun es alguien que tiene todo lo anterior mencionado, pero Amane Yugi era tímido, introvertido, soñador y por sobre todas las cosas, frágil.

Susurró a la nada cubriendo su vista con su antebrazo derecho, dejando caer más lágrimas en donde la misma luna y estrellas extendidas por el manto oscuro eran testigos de esa escena en donde toda la valentía y seguridad del fantasma abandonaba su...

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Al día siguiente de aquel incómodo momento Hanako se encontraba aguardando por los dos chicos que usualmente venían a visitar sentado en la ventana como acostumbraba siempre observando con cierto detenimiento la puerta del lugar de aseo esperando que la abrieran.

Los mokkes daban vueltas por el lugar pero aún así él no les prestaba mucha atención a lo que sea que estuvieran haciendo, simplemente esperaba a ese par de que traían risa y diversión con ellos, sobre todo al chico de cabello amarillo que usualmente aparecia con una sonrisa a toda vela en su cara todos los días al saludar y hacer sus actividades matutinas, eso si, habia veces que se notaba nervioso o inquieto como cuando se enteró del tiempo de vida de Yashiro, ese chico andaba preocupado por todos lados y apesar de tratar de disimultarlo era algo muy notorio.

Se preguntaba si estaría bien ahora que él sabe su gusto por las plantas...

En un momento fugaz un pensamiento vino a él o más bien una pequeña intriga;¿Será que Kou se animará a venir de nuevo? Conocía como era, puede que por la vergüenza no quiera aparecer durante unos días por pensar que le había ofendido por la acción del día anterior cosa por lo cual no lo estaba, simplemente se sentía avergonzado, nadie sabe el porqué de su gusto por las plantas o sabía de su existencia viniendo de alguien tan impaciente como él, al recordarlo se sintió abochornado por ser descubierto, después de todo era un secreto que solo tenía entre él y los mokkes. 

❛❛𝗦𝗨𝗡𝗙𝗟𝗢𝗪𝗘𝗥❜❜ [𝗛𝗔𝗡𝗔𝗞𝗢/𝗞𝗢𝗨]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora