Morosis; Kim DoYoung; LS#1

10

Sali de aquel local, con gran pesadez y con dolor en el pecho.
Me sentí tan mal ante sus palabras, y no por sus insultos, si no por su manera de ver las cosas. ¿Desde cuando TaeYong odiaba tanto a JaeHyun?, Parecía que solo estaba en contra del chico. No era la gran cosa, lo que estaban haciendo, como mucho, DoYoung se molestaría y me dejaría de hablar, pues ni siquiera mostraba sentimientos hacia mi, solo se trataba de atracción física.

BFF
«Estás en casa? Me puedo quedar?»

«No, he hecho planes más temprano cuando no contestaste.»

Suspiré mirando su respuesta, no tenía ganas de volver a casa y pasar el rato sola, necesitaba compañía en estos momentos, me sentía del asco.

Kim DY.
«¿Crees que nos podamos ver?, esta bien si no puedes😅.
Entiendo que nos vimos hace poco. »

«Seguro, ¿Pasó algo?»

Cinco minutos después, nuevamente me encontraba frente al hogar de los Kim. Tal vez TaeYong tenía razón y no tenía vergüenza, después de todo había acabado en su casa, para quejarme de los problemas, de los cuales, él era el causante.

—Pasa. —DoYoung se hizo a un lado, dejándome pasar, mire a mi alrededor, con un poco de miedo de encontrarme con sus padre y su hermano. —No hay nadie, han ido a dejar a los chicos a sus casas.—Asentí, dejando que DoYoung tomará mi mano y me guiará hacia su habitación. —¿Y bien? —Cerro la puerta de su habitación, y yo terminé lanzándome sobre su cama.

—Es un empate. —Estiré mis brazos acomodándome en su cama, DoYoung me miró sin entender de qué hablaba, terminó por recostarse a mi lado, esperando a que le explicara. —Uhm, creo que perdí a mi amigo. Me ha dicho que ya no quiere ser más mi amigo, así que, es un empate. —Tragué saliva, intentando dejar el tema como una broma, cuando en realidad me estaba doliendo.

—Ven aquí. —DoYoung se acercó a mí, dejando que me apoyara en su pecho. No estaba de más decir que olía extremadamente bien, por lo que me sentí lo suficientemente cómoda, hasta que comencé a sentir leves caricias en mi cabeza, haciéndome cerrar los ojos. —Esta bien perder personas en nuestra vida, luego vendrán mejores, no tienes porque preocuparte. —Sentí sus labios posarse en mi frente, y sentí que mi gran puesta de escena se fue abajo. Las lágrimas que había contenido todo el camino, cuando por fin había logrado callarme se dejaron salir, mojando la camiseta de DoYoung.

Tal vez lo merecía, después de todo, durante todas las peleas me había mantenido junto a JaeHyun, siempre había velado por él y no por el mayor. Era entendible que él no quisiera saber más, de alguno de los dos.

Era un gran revuelo de emociones, estaba triste, molesta, y confundida. Porque TaeYong había dicho todas esas cosas sobre JaeHyun, sin dudarlo, como si alguna vez no fue su mejor amigo, como si YoonOh no estuviera dispuesto a hacer todo por él. Además de sus críticas hacia mis acciones, que no eran su problema, ni siquiera lo había habíamos incluido en el plan, y se equivocaba al decir que solo lo hacía por JaeHyun. Si él me hubiese pedido lo mismo, tampoco hubiera dudado en actuar por él. A pesar de que yo tuviera un gran apego a JaeHyun, no es como que TaeYong me importara menos.
Eran mis mejores amigos, siempre estaría dispuesta a dar todo por ellos.

Su preocupación por DoYoung era simplemente estúpida.
JaeHyun era el que realmente importaba aquí.
¿Acaso él no estuvo presente cuando su padre le grito lo inútil que era?
Todo por culpa de alguien que ni siquiera lo deseaba. Yo era testigo de todos los sacrificios de YoonOh, y todos los problemas que había pasado, era testigo de que aún estudiando en la universidad, su pasado lo buscaba, y su padre no dejaba de repetirle una y otra vez como no consiguió la estúpida beca. Y aún así, TaeYong tenía el descaro de decir que JaeHyun se estaba comportando mal.

Quería muchísimo a TaeYong, y sin duda lo echaría de menos, pero JaeHyun siempre estaría en mis prioridades, y estaba dispuesta a hacer lo que hiciera falta para hacerlo feliz.

El tacto de las manos cálidas del mayor acunando mi rostro hizo que abriera los ojos levemente, la cercanía de su rostro provocó que mi corazón se volcará.

No porque me gustara, es por la sorpresa.

—No llores, AhReum.— Sentí su aliento golpear contra mis labios, haciendo que mis piel se erizara.

Entonces, junto nuestros labios en un beso un poco más complejo que el anterior. Me acomode dejando que posara la mitad de su cuerpo sobre el mío, pase mis brazos alrededor de su cuello y jugué con el cabello de su nuca.

La sensación cálida me era reconfortante, se expandía por mi pecho y la tranquilidad de esparcía por mi cuerpo. Cerré los ojos dejándome llevar y afloje la tensión que apresaba mi cuerpo, esto me recordaba... Me recordaba a...

JaeHyun.

(...)

—Estás segura de que no quieres que te lleve a tu casa?, Puedo pedirle a papá que me preste el auto.

—No te preocupes, de todos modos tengo que pasar a comprar unas cosas antes. —Mentí, no quería que mamá lo viera y luego estuviera preguntando sobre él, y menos, sabiendo que JaeHyun no estaba al tanto de todo.

—Yo puedo hacer una parada...

—Ya te he dicho que estoy bien, DoYoung. —Me acerque a él, quedando cerca de su rostro. —No  tienes porqué preocuparte. —Paso sus manos por mi cintura, sonriendo levemente.

—Bien, pero llámame cuando llegues a casa. —Volvió a unir nuestros labios, en forma de despedida. —Al menos déjame pagar el taxi, ¿Quieres? —Rodé los ojos, pero terminé por aceptar. Me alejé de él, adentrándome al auto, que se acababa de estacionar frente a nosotros.

«BFF»

«Ya llegué a casa, te espero.»

Suspiré, contestando el mensaje, y explicándole al conductor que tendría que llevarme a una dirección diferente.

Al llegar a casa del chico, su madre me saludó muy amablemente y me indicó que JaeHyun se encontraba en su habitación.

—Hasta que por fin llegas. —Reclamó JaeHyun, al verme entrar en su habitación. —Llevo todo día queriendo verte, cariño. —Posó su mano detrás de mi cabeza, dejando un beso, agresivo, y demandante. A lo que correspondí, pasando mis manos por su cuello, jugando con su cabello. —Estamos de buen humor hoy, ¿Uh? —Tome una gran bocanada de aire, y reí con amargura.

—Como no tienes idea.

—Dime, que tan horrible fue esa fiesta. —Jalo mi mano, haciéndome sentarme en su regazo. —Apuesto y su hermano es un raro como él, ¿Alguien fue a esa fiesta? —Y por primera vez en todos nuestros años de amistad, no estaba de acuerdo con él.

—Solo un par de amigos de él, nada relevante. —Musité sin tener muchos ánimos de burlarme del chico. Sabía a lo que me había comprometido, pero algo no me dejaba estar bien del todo. —No tengo muchas ganas de hablar de él, he tenido que soportarlo todo el día. —Deje caer mi cabeza en su hombro, para dejar pequeños besos en su cuello. —Te quiero mucho, JaeHyun. —La sonrisa de satisfacción apareció en los labios del castaño, moviendo su rostro, para devolverme los besos.

—Y yo a ti, Reum. —Entrelazo nuestras manos, haciendo que algo en mi pecho doliera. —No podría vivir sin ti.