04: ¿Quisieras...?

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Me encontraba en mi tienda, bueno, en realidad no era mía pero,... no importa. El caso era que estaba ahí, con Amy buscando una maldita camisa que le guste. Pero no para ella, no, no. Para Paul. Si, su novio lindo necesita una camiseta. Así que, como llevábamos raro ahí, aproveche para estar con mi teléfono y ver cosas en twitter, facebook, instagram, etc.

- ¿Qué piensas? A Paul le gustan las camisetas clásicas de rock pero su madre no lo deja llevarlas a la escuela, porque es diabólico -Dice rebuscando en las camisetas negras y blancas para emos.- No sé si debe hacerme algo más...

- Amy, conozco a Paul desde toda la vida. No estoy como para que me des mas información de la que ya tengo -Digo mirándola fijamente mientras ella se volteaba a verme.

- Muy bien -Dice levantando sus manos.- ¿Qué pasa contigo ahora? -Camina hacia mi.- ¿Te diste un cabezazo contra el contenedor por donde saltas? -Dice pasando por mi lado, me volteo a seguirla y oírla.- Y no me digas que puedes volar, porque si lo haces, te ingreso de inmediatamente a un manicomio o un psiquiátrico -Se voltea y me apunta con su dedo índice. Ruedo los ojos.

- Amy, no puedo volar. Eso seria raro... -Digo siento completamente obvia en mi respuesta. Lo cual, me hizo sentir también muy ridícula.

Ella ignora totalmente mi comentario y empieza a hablar.- ¿Llamaste al chico de la disco como habíamos planeado? -Dice revisando de nuevo otra de las camisas.

- Bueno, tú lo planeaste -Le digo mirándola, ya que no lo había llamado. Digo, no lo necesita, fue algo... que se yo, no lo volveré a llamar.

Ella se voltea hacia la caja registradora donde está Eliza, ésta le da una mirada medio extraña y Amy de inmediato reacciona.

Elizabeth y Amy no se quieren mucho. La mayoría de la veces que viene Amy a la tienda sólo ve y toca, no compra. A Eliza le molesta eso, y no le gusta que venga ni que la ayude a buscar. Por eso, cada vez que viene Amy estoy entre la espada y la pared.

Varios días atrás se pelearon, hicieron un espectáculo muy ruidoso, sólo faltaban palomitas para disfrutar del show. Fue algo vergonsozo, porque ese día, casualmente, la tienda esta inmensamente llena de niños, jóvenes y adultos, los últimos salieron corriendo, y los adolescente solo grababan a tomaban fotos de las gatas inquietas.

- No me mires así. Me esta ayudando, voy a comprar algo -Dijo ella moviendo su cabeza en forma odiosa.

- He oído eso antes -Le dice Eliza cruzada de brazos, molesta. De inmediato se voltea y comienza a contar un paquete de dinero que estaba ahí.- 100, 120... -De inmediato me volteo a verla de nuevo.

- Amy, mira, no sé lo que me está pasando últimamente. Quiero decir, nada tiene sentido. Ayer estaba tan viva y hoy estoy... no sé, apagada...

- ¿Ese es tu teléfono? -Dice interrumpiendome, mirando mi celular en una mesita. Ella ignoro de nuevo mi comentario. Camina hacia él, lo coge y comienza a caminar detrás de mi.- ¿Amy? No, no, Amy, ¿qué estas haciendo? -Digo rápidamente volteandome, mirándola.

- Llamar a Xavier -Dice ella tranquilamente.

- Amy, no, dame el teléfono -Digo al ver que hacia clic en los contactos.- ¡Amy, no no no! -Digo tratando de quitárselo. Me avanlance encima de ella, pero igual no lo soltaba.

- ¡Esta sonando, esta sonando! Ahora. Mensaje -Dice dándome el teléfono, poniéndolo en mi oreja. Lo tomo de inmediato y escucho que esta sonando. Le echo una mirada de odio y hablo.

- ¡Oh, hola! Soy Chloe, nos conocimos la otra noche. Si. Oh, que bien. Vale. Llámame. Adiós -Digo colgando de inmediato y mirando a Amy sonreír, la miro frustrada.- Nunca vuelvas a hacer eso. Te odio.

- Te quiero -Dice aplaudiendo como foca retrasada.

- Lo que sea -Digo, volteo y la encuentro con un abrigo encima de ella, bailando. Seré sincera: parecía una calabaza bailando tambores.- ¿Es en serio? -Digo sonriendo.- Dios -Caminando hacia la caja, voy riendo.

Me llamo, me llamo. Sonrió. Ya te tengo, ahora si te tengo.

Nunca pensé que fuera a ser tan fácil. Tomo mi cigarrillo y doy otra calada mirando al techo de mi habitación.

**

Siempre es lo mismo con esta maldita puerta, siempre de todos los siempres del mundo. Cada vez que salia de la tienda, cerraba con llaves y un pequeño brochecito que tenía la misma puerta. Pero nunca llegaba a cerrarla tan bien como se debe. Amy y yo las empujabamos y nada.

- ¿Cierras temprano? -Exclama alguien detrás de nosotras, me volteo y noto que es el hermoso chico.

- Sombrero de kitty -Le susurro a Amy que estaba de espalda hacia a él.

- Si -Dice volteandose de inmediato.

- ¿Ahora como se supone que voy a poder disfrutar de mi fetiche de sombreros estrafalarios? -Dice, yo lo escuchaba mientras me acercaba a el.

- Lo siento. Debí habértelo advertido, esto sucede mucho cuando no hay clientes -Digo mirándolo y señalando a la tienda.

- Bueno, sólo que ya había planeado que hacer... 15 minutos de charla humorística antes de pedirte esto... -Dice arreglando un poco su camiseta y mirando al suelo. Oh no, eso lo hace un chico nervioso y ahora viene esta pregunta... ¿por qué estaría nervioso? - Chloe, eres una chica muy agradable y eres preciosa... yo quisiera conocerte más a fondo, así que... ¿quisieras...?

★★★★★★

Holaaaas, acá otro capítulo.

Se que esta completamente aburrido pero no tenía imaginación y quería subir un capítulo. Tal vez llegue a editarlo, pero no p.

Así que chaoooo y hasta luego!!! Los amito♥

Pd: las lectoras fantasmas me dan miedo:c

The nine lives of Chloe King.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora