Parte 1 Prólogo

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Sueños.

Productos de la mente, complejos, difíciles de descifrar, capaces de hacerte dudar de la realidad. Desde tiempos inmemorables, las culturas se han esforzado en intentar dilucidar su significado. Desde el Antiguo Egipto, Persia, India, China... Hasta en nuestros tiempos modernos, mentes brillantes y mundialmente reconocidas como Sigmund Freud dedicaron parte de su vida a investigar este etéreo mundo, dedicándole un libro íntegramente al tema. Incluso hoy, aún hay "expertos" que aseguran poder conocerlo todo de ti solo conociendo tus sueños.

Todos soñamos y conocemos el mundo de los sueños, y, sin embargo, cada uno lo vive de forma distinta. Su propia intangibilidad y fugacidad, así como su forma cambiante, los hacen especiales cada vez. Algunos te transportan allí dónde siempre has deseado y otros te llevan a lugares que desearás no volver a ver. Te pueden hace querer quedarte ahí para siempre o abandonar ese mundo lo antes posible. Puedes vivir la mayor de las aventuras o simplemente ver algo cotidiano. Unos aseguran que sus sueños son premoniciones, otros rememoran el pasado.

Una de las muchas ideas sobre los sueños del conocimiento popular dice que las caras de los desconocidos que aparecen en tus sueños son caras que has visto en algún lugar a lo largo de tu vida, pero nunca les prestaste atención. Quizás el asesino despiadado que te persigue calle abajo con un cuchillo ensangrentado tiene la cara de aquel amable joven que un día te puso gasolina cuando estabas de vacaciones hace 10 años. O la amable abuelita que te sirve esa porción de deliciosa tarta es la anciana que se te intentó colar en el supermercado hace unos meses tirándote al suelo la caja de huevos. Otros, para bien o para mal, sueñan sin ponerle cara a las personas que protagonizan sus aventuras. Animales. Objetos. Lo que sea.

También algunos explican tener sueños extracorpóreos, viéndose a si mismos, como situaciones cercanas a la muerte.

Y no podemos olvidarnos de las pesadillas, terrores nocturnos. Horribles e indeseables, pero sueños al fin y al cabo, del que también se podrían sacar conclusiones.

Algunos sueños los explicas la mañana siguiente divertido y te olvidas al momento. Otros tienes la sensación de que se repiten. Otros tantos tienes la certeza que te persiguen. Cada sueño es un mundo, igual que cada persona.

Hay sueños buenos y malos. Con sentido e inconexos. A veces por culpa de los sueños recuerdas aquello que tanto te habías esforzado en olvidar, y te acompaña el resto de la vida.

Este era uno de esos sueños.

Noches de BrumaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora