Lara.
−Me sorprende que ahora estés tan ansiosa por llegar Lara.- dijo mi mejor amiga que estaba al volante.
Jhon iba en su carro, atrás de nosotras.
No respondí y se hizo el silencio.
−Algo que me tengas que decir?.- Mucho la verdad. Mis pensamientos iban a mil. Quien habría sido el culpable del robo de mi moto y por que?
No conseguía la razón o la explicación.
Anastasia volvió a preguntar y yo le respondí que no pasaba nada. Todo se volvió a repetir como la vez anterior en la ultima carrera. Los altavoces a todo volumen, las chicas con poca ropa y los chicos también vestido de manera peculiar.
Jhon y Anastasia fueron a buscar a Santiago. Hoy mas que venir por divertirme, era venir para resolver el problema.
Entre tanta multitud no podía notar a nadie en particular.
−Ni siquiera sabia como era la persona, me situé en una esquina a esperar.
En seguida vibro mi teléfono:
Te estoy viendo, nos vemos en el callejón. Ven sola.
Me abrigue mejor con mi suéter y me acomode el cabello que deslizaba a través del gorro que siempre cargaba.
No tenia miedo, podía defenderme sola. Camine, pero chocaba con las personas. Hasta que tropecé con un grandulón.
Mi cabello se soltó del gorro y cayo por mis hombros.
Maldecid por debajo. El grandulon se volteo. Era un chico alto y musculoso, con el cabello castaño y ojos verdes que daban miedo.
−Hola princesa, se te perdió algo?.- su olor a diferentes sustancias me provocaba nauseas.
−Nada, permiso.- dije, el chico me tomo de la mano.
−Me llamo Ben.- Y a mi que me importaba como se llamaba?
No me soltaba de la mano. De paso venia acompañado de sus amigos, que podían intimidar aun mas que el.
−Me puedes soltar.- no sacaría mi fuerza bruta aun.
−Solo dime tu nombre linda.- levante mi ceja y suspire.
−Lara.- me soltó.
Yo voltee en seguida y seguí.
−Un placer Lara.- no me gusto como sonó mi nombre en su boca. Me causo escalofríos.
Esperaba no volverme a conseguir este tipo tan extraño en toda la noche.
Camine rápido para llegar al callejón, el mismo callejón donde Santiago me llevo en la ultima carrera de motos. En donde discutimos y le di un cabezazo.
−Ni la reina de Inglaterra tardaría tanto en llegar.- reconocí la voz en seguida.- Hola salvaje.- Blair salió de entre la oscuridad.
No me sorprendió, pero tampoco me lo esperaba.
−No me sorprende que fueras sido tu la de mi moto, muñeca de plástico.- le dije.
Blair camino hacia delante y su cara era de furia pura.
−No permitiré que me vuelvas a insultar idiota.- me dijo.
Me tomo del brazo fuertemente.
−Sabes que tienes toda las de perder si quieres comenzar una pelea aquí mismo.- dije.
En seguida me soltó.
−Que paso? Tienes miedo de que se te rompa una uña?.- le pregunte.- Ahora dime donde esta mi moto.
Ella se rió.
−Sabia que era uno de tus puntos débiles. Aquel día que me la lleve de la empresa lo disfrute tanto, sabes que es fácil manejar a las personas si tienes mucho dinero. Hasta a los policías.-
Todo tenia sentido, Blair había comprado a todos para no dar información acerca de mi moto, por un momento me distrajo la idea de que podía haber sido mi tío, pero quien mas me podía odiar tanto como el. Ahora la respuesta era mas que clara.
La polly.
−Donde esta mi moto y si no me dices, te arruinare la cara de plastico que tienes.- Dos podíamos jugar el mismo juego.
−Dije que me vengaría, pero desde que me quemaste el cabello las ansias de venganza crecieron. Alguien tenia quedarte un merecido salvaje.-
Provocaba tomar a la rubia oxigenada y pasar su linda cara por todo el asfalto.
−Conseguirás tu moto mas atrás.- dijo finalmente.
La tome del cabello y lo hale.
−Te vuelves a meter conmigo Blair y de verdad las pagaras peor que cualquier otra vez.- Dijo varias veces que la soltara. Hasta que dijo que si no lo hacia no sabría nada de la moto.
Se aliso el cabello después de soltarla.
−Por cierto, Santiago fue el mejor cómplice de verdad. En todo esto, nos burlamos en tu cara salvaje.- Era imposible. Así que desde el principio me había visto la cara de estúpida.
Sabia que no debía ayudarlo con el trabajo, se merecía perder el trabajo y todo lo malo.
Blair se fue del callejón, dejándome sola.
No dio tiempo de darle un merecido digno para lo perra que era.
Me decepciono lo de Santiago. Pero muy adentro de mi sabia que tal vez el era parte de esto. Así era la alimaña del inmaduro.
Llegue hasta el final y vi algo tapado por un gran plástico negro. Lo levante.
Me sentí como si estuviera descubriendo un muerto debajo de aquel plástico negro.
Puse las manos en mi boca y mis ojos se llenaron de lagrimas.
Mi moto estaba desarmada, pieza por pieza.
No existía ni la mas mínima o remota idea de poder arreglarla. El daño estaba hecho completamente.
Caí de rodillas en el piso frió, analizando otra vez la situación.
Blair había destrozado mi moto. Y no solo ella, pues Santiago era cómplice en todo esto.
Nota:
Disculpen la tardanza
Sigan disfrutando del libro y recomendandolo. Poco a poco vamos creciendo aun mas.
Xoxo.
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Aléjate o déjate llevar
TeenfikceLara y Santiago, muy diferentes pero al mismo tiempo tan iguales, con las mismas ganas de comerse al mundo. Lara es una chica fuera de lo común, desde su aspecto hasta su personalidad ruda y fuerte, chocara con Santiago al demostrar de verdad que un...