Capítulo 1

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Llevaba meses como hombre lobo, y la semana pasada habíamos luchado contra un gran grupo de neófitos o chupasangres recién creados. Habría sido una pasada si Jake no hubiese sido atacado, pero ya casi estaba recuperado y el doctor colmillos nos había dejado llevarlo a la playa para que le diera el aire, aunque fuera como un grano en el culo.

—Jake, ¿quieres algo más de comida? —Pregunté pasándole otra bolsa de patatas, pero él solo negó al mismo tiempo que suspiró y miraba al horizonte.

—¡Tíos! —Exclamó Quil desde el aparcamiento junto a Claire, su impronta de casi tres años. Vino corriendo con ella en brazos y soltó la bolsa rosa a nuestros pies, sacó una toalla y un juego de cubo y palas. —No sabía que ibais a estar aquí, Claire quería playa.

—Y lo que la nena quiere, la nena lo tiene. —Dije con una sonrisa, Quil se rio mientras se sentaba con ella en una toalla de Peppa pig.

—Embry, cuando encuentres tu impronta, sabrás porque no puedes negarte cuando te piden algo, y menos con pucheros. —Dijo Quil mientras jugaba con Claire y sus cubos. Jacob se levantó y se fue sin decir nada, decidí no seguirlo, necesitaría tiempo a solas.

—¿Tú crees que irá a la boda de Bella? —Preguntó Quil al notar que Jake ya estaba suficientemente lejos y nos escucharía.

—No sé, además, no sabemos cuándo es, ¿tú crees que le enviará una invitación? —Pregunté preocupado por mi mejor amigo, pero no podía hacer nada por ayudarlo.

—Quil, quero un helado. —Dijo Claire mientras señalaba la tienda de la playa, Quil rodó los ojos y me miró fijamente.

—Dame el dinero. —Dije poniendo los ojos en blanco mientras me levantaba, Quil me dio un billete y fui a la tienda, aunque no había preguntado qué helado querría, pero me imagino que uno para niñas pequeñas con lo que no se mancharía mucho. Me puse detrás de una chica y esperé mi turno, pero ella parecía no saber que quería, me estaba poniendo de los nervios, así que toqué su hombro para pedirla que se diera prisa, pero cuando se giró vi unos ojos verdes y todo lo que me ataba a mi familia o amigos se rompió, y me uní a ella.

—¿Querías algo? —Preguntó con una suave voz, era demasiado bonita, y yo, como el tipo listo que soy, comencé a boquear cual pez fuera del agua. La chica levantó una ceja y se fue de la cola, genial.

—¡Espera! —Dije mientras la seguía, pero me tropecé con una piedra y caí sobre ella.

—¿Eres imbécil? —Preguntó con el ceño fruncido mientras se levantaba, pudiendo oler en ella el hedor de vampiro, ¿qué demonios?

—Lo siento mucho, no era mi intención, solo quería disculparme por haberte parecido... raro. —Dije rápidamente, no sé si la chica me había entendido, porque me miraba de forma extraña. —Me llamo Embry Call.

La chica miró mi mano extendida con el ceño fruncido y se pensó el saludarme o no, pero finalmente pareció que la parecí normal, bueno, normal sin contar el boquear cual pez fuera del agua o caerme sobre ella.

—Noah Smi... Cullen, Noah Cullen. —Se presentó estrechando mi mano, y yo volví a quedarme paralizado. ¿Cullen? ¿Cómo los chupasangres? —Embry, eso que haces de quedarte quieto como en shock, ¿es habitual?

—Si... No... O sea, encantado de conocerte. —Dije mientras me deleitaba con la suavidad de su mano. —¿No ibas a comprar algo?

—Oh, sí, pero pensé que me ibas a robar o algo así. —Dijo con un pequeño sonrojo que aparecía en sus mejillas.

—Solo iba a decirte que si me dejabas pasar, es que mi amigo quería un helado. —Dije con una sonrisa. —Si quieres puedes venir conmigo, a no ser que tus amigos o familia estén por aquí. —Añadí para saber que ningún Cullen vampiro estaba en nuestro territorio.

—No pasa nada, y ya me iba, mi familia no sabe que estoy aquí, adiós Embry. —Se despidió dándome un beso en la mejilla y se fue aprisa. Compré el helado de Claire sin fijarme en nada y me senté en la roca frente a la toalla de la niña, que saltó a por el helado.

—Hey tío, ¿estás bien? —Preguntó Quil mientras vigilaba que Claire no se atragantara con el helado.

—Me he imprimado.

Todo por ti |EMBRY CALL|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora