Drakon⁴ KM

Capitulo 6🐲🌬

Jimin  miró a su comunicador confundido cuando se cortó la línea.

    —¿Problemas? —El preguntó, mirando su expresión. 

    —Sí. No… no lo sé. —Jimin le contó toda su conversación.

    El se atragantó con su bebida de color verde brillante. —Jungkook, ¿cómo el representante de la Diosa, líder religioso, Jungkook?

    Jimin asintió. —¿Por qué crees que me dijo que corriera? 

    —¡Mierda! —Los ojos de El recorrieron la habitación a un ritmo frenético—. Jungkook es el líder porque él no es solo el más cercano a la Diosa, sino también el más cercano a su dragón. Si él te está diciendo corre, sólo puede ser porque….

    Un fuerte golpe puso a la gente corriendo y gritando. Jimin volvió ante el sonido de un rugido animal. 

    —¡Mierda! Ha cambiado y viene a por ti. —El se alejó de Jimin—. No te ofendas amigo, pero yo no quiero ser comido hoy.

    Jimin vio como un enorme dragón multicolor pisaba fuerte en el bar. Se quedó congelado en el lugar, no podía mover los pies mientras su cuerpo entero se llenó de terror. Los dragones en los campos de entrenamiento no le habían parecido tan aterradores, pero tampoco habían estado buscándolo a él. Cuando la cabeza gigante giró en su dirección, cualquier duda sobre él siendo el objetivo se evaporó de su mente. 

    Familiares ojos verdes brillaron con satisfacción a Jimin.

    —Mira lo que has hecho, —regañó Jimin, esperando sonar más valiente de lo que se sentía.

    Los ojos del dragón perdieron un poco de su presunción. Sin inmutarse, la bestia inclinó su cabeza escamada más cerca para poder oler a Jimin como el cachorro que había tenido cuando era niño. Jimin supuso que olía bien, porque el dragón le dio un gruñido de satisfacción. 

    »¿Estas contento ahora? ¿Complacido con el daño que has causado? —Jiminhizo un gesto con la mano, indicando el bar. No tenía la menor idea de si el dragón lo entendía, pero pensó que le daría una oportunidad. Después de todo, lo peor que podía hacer era descubrir que era un excelente aperitivo de dragón. 

    El dragón estableció su enorme cabeza en el suelo al lado de Jimin. Esperó un momento para ver si se trataba de un truco, pero el anhelo en los ojos del dragón selló el trato. 

    »Bien. —Inclinándose hacia delante  rascó la nariz del dragón, justo encima de las fosas nasales. La bestia soltó un suspiro de felicidad—. Pero todavía no estoy contento contigo.

    Un gemido pequeño rodó por los ojos. »No me importa. Estas pagando por el daño. 

    Suspirando felizmente, el dragón yacía allí mientras Jimin lo acariciaba. Se preguntó si Jungkook estaría desnudo cuando volviera a su forma humana. Antes de que pudiera preguntar, un rubio delgado en negros hábitos religiosos corría por el bar. 

    El rubio se detuvo al ver al dragón tumbado tranquilamente al lado de Jimin. Su mirada se posó estrechamente en él. 

    —Tu debes ser Jimin. 

    —Si.