Había pasado una semana y faltaban dos para "el gran día". Jimin estaba nervioso y sabía que así estaría hasta fin de mes. La idea que tenían en mente era alocada, pero sin lugar a dudas tenía potencial: si era loca, significaba que era impredecible... y si era impredecible significaba que era buena, y si era buena significaba que podía funcionar.
Y este fin de semana terminarían de ajustar los últimos detalles del plan y juzgarían que tan viable era, se lo estaban tomando muy en serio. Podría decirse que, de manera metafórica, era de vida o muerte.
En realidad todos estaban nerviosos, los cuatro. Y no era para menos, ya que se ejecutaría durante el día.
Pero a pesar de todo lo que rondaba por su trabajadora mente, Jimin había decidido procrastinar lo más posible toda esa tensión distrayéndose con otras cosas... Entre ellas seguir con su libro. Pero para eso tenía que salir con Jungkook.
El estado del tiempo se había mantenido asquerosamente lluvioso y húmedo durante los últimos siete días y, según decían los meteorólogos, seguiría así por una decena más. Eso solo significaba una cosa: para fin de mes iba a dar miedo de lo soleado que estaría.
Eran las dos de la tarde y de nuevo había comenzado a llover. Jimin y Jungkook caminaban por un sendero que dividía al bosque en dos.
Si bien era de día, el vampiro estaba usando su ropa protectora blanca y su paraguas. Los días lluviosos eran los únicos en los que podía salir de día sin quedar como un completo raro (aunque aquel blanco intenso refractario llamaba la atención de las personas de igual manera), además caminaban debajo de la sombra de los árboles... estaba seguro.
Paseaban a un ritmo tranquilo bajo el diluvio, compartiendo el gran paraguas. Ambos tenían puestas botas de goma, de esa forma no se embarrarían. Jungkook caminaba con el brazo que sostenía el quitasol entrelazado con el brazo izquierdo de Jimin, quien cada tanto dejaba la cabeza reposar sobre su hombro.
—Es la primera vez que salimos de día —soltó Jimin con una sonrisa en su rostro.
—Hoy no es muy peligroso —dijo con mucha calma en su voz.
El chapoteo de las gotas en el paraguas era fuerte más no ensordecedor, acompañaba. Un exquisito aroma a tierra mojada se colaba hasta lo más profundo de sus narinas, combinado con pino y eucalipto.
No se dirigían a ningún lugar en específico, sino que caminaban hacia donde la inercia les llevara.
—¿Hay alguna parte de este lugar que desconozcas? —preguntó Jimin con curiosidad, pues para él todo lo que veía era nuevo... jamás se había adentrado tanto en el bosque, sin embargo suponía que Jungkook lo conocía como a la palma de su mano.
El pelinegro se detuvo para mirar a su alrededor, pensándolo por unos segundos.
—No, conozco cada metro cuadrado de este bosque —dijo con los ojos entrecerrados, de seguro repasando su mapa mental de la zona—. De hecho conozco partes del bosque que ya no existen.
—¿Deforestación? —asumió el más bajo, volviendo a activar el paso.
—Es lamentable, pero sí... —en su voz había pena, y en su mirada (que estaba fija en la nada) evidente melancolía.
Jimin percibía esa esencia misteriosa y un poco oscura en Jungkook. Pues por momentos, solo por momentos, se hacía consciente del ser que tenía al lado. Solo en ocasiones como esta, en las que Jungkook mostraba un semblante neutro, era que podía percibir la muerte en sus facciones. Porque había estado antes en funerales, ya había visto cadáveres, y esta era una de esas veces en las que el rostro del vampiro le hacía viajar a esos recuerdos.
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Tanofobia ☀ [KookMin]
Fanfic[Miedo irracional al Sol] Su tez era aún más blanca que el resplandor de las estrellas, y su verdad tan oscura y profunda como el cielo nocturno.