CAP 1

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TN era en muchos sentidos una chica normal de 18 años preparándose en la academia pre universitaria, se encontraba celebrando con Angela y Tom el haber conseguido el puntaje requerido en el simulacro semanal. Angela había sido su amiga desde que ella tenía recuerdos, habían pasado cada navidad juntas, sus padres amigos desde la universidad así lo habían querido, han pasado muchos momentos juntas como el primer amor de Angela en primaria y 3 días después su primero corazón roto, sí Angela es de esas personas que conoce el amor de su vida cada semana, el profesor de historia de la secundaria, el hijo del señor de la cafetería, el portero del colegio, el guardia de la cuadra, el vecino del frente, el del costado y el del otro costado, el joven que entrega los periódicos en las mañana; por este último Angela y TN tuvieron que esperar a las 5:00 a.m durante un semana en pleno invierno solo para que ella pudiera recibir el periódico de sus propias manos, Angela trato de obtener su número durante toda la semana pero ante su millón de escusas eventualmente se rindió a la semana y fijó su mirada en su próximo objetivo, el tutor que habían contratado sus padres para unas clases de ingles por las tardes tristemente el profesor duró solo una semana, cansado de las insinuaciones de una adolescente de 15 años ya no vino la semana siguiente.

La familia de Angela y TN manejan una restaurante donde recientemente han invertido todos sus ahorros para mejorar la carta, vinos, contratar un cocinero más de quien por cierto también se enamoró Angela aun con las advertencias de sus madre, bueno en general ese dinero ha servido para mejorar y renovar en todo sentido el restaurante que lleva abierto por más de 70 años, inicialmente perteneció al abuelo de Angela y TN, sí es exactamente lo que están pensando, sus familias llevan siendo amigos desde hace mucho tiempo. Apenas hace 2 meses han empezado a ver ganancias, ellas eran felices al ver felices a sus padres y aun a regañadientes iban a ayudar los fines de semanas cuando las mesas se llenaban, bueno Angela iba por que su más reciente galán era el nuevo somelier del restaurante a TN en verdad ya no le sorprendía, en cuanto a ella apenas había tenido una ilusión con un compañero cuando estaban en tercer grado de secundaria Carlos Quezada, 1 mes duró su enamoramiento cuando se enteró que iba a ser padre, pues resulta que embarazó a una chica de segundo grado y sus padres lo mandaron fuera de la ciudad para proteger a su inocente hijo sin contar que la chica era hija del comandante del momento, no duró ni tres días en su nueva cuando se vio obligado a retornar, fue le chisme del momento en el barrio las habladurías no cesaron por meses, en fin TN se sintió avergonzada de que un tipo así le hubiera gustado alguna vez y Angela no perdía la oportunidad de recordarle esto, si las amigas no son para recordarte tu oscuro pasado no se para que lo sea; en fin TN no se ha vuelto a enamorar de nadie más, mantiene sus días ocupado en películas, libros de Harry Potter, ayudando los fines de semana en el restaurante familiar, fiestas ocasionales, evitando que Angela y Tom no se maten en algún reto estúpido y especialmente evitando que su amiga haga el ridículo con alguno de sus crush o se vaya con el primero motociclista tatuado el en el brazo con el nombre de su ex mal escrito. TN era el cable a la tierra de Angela y ella era la dosis de locura que TN necesitaba.

TN siempre con bolsa de comida para perros en la mochila, amante de los perfumes en especial de el perfume de los hombres siempre detenía su andar y giraba a ver quién estaba estimulando sus fosas nasales, recientemente había descubierto que los hombres en traje realmente le atraían pero ¿quién demonios a su edad va a andar en traje? los muchachitos como ella solía decirles andaban en jeans más debajo de su trasero y mostrando la mala imitación de los boxer Calvin Klein, kalbin Clain para ser exactos, no juzgaba en realidad eso si no su afán de presumir lo que no tiene y lo que no son o sus cortes con todo tipo de rayas y figuras en la cabeza como si una podadora hubiera pasado por ahí e incluso la mala costumbre de esos muchachitos para lanzar piropos o haciendo ese sonido de beso cuando alguna chica pasara, ella en verdad detestaba con todo su ser eso –que mierda soy para que hagas eso, ¿acaso soy un perro? – cuando tenía que levantar la voz por algo que no le gustaba simplemente lo hacía.

ContratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora