Peligrosa Obsesión| Bughead

[ cuatro ]

-¿Qué sucede?- pregunto Archie mientras íbamos al estacionamiento.

Habíamos tenido un día largo, por lo menos yo. Después del taller de música no había vuelto a tener oportunidad de hablar con la nueva, así que lo dejé pasar y me reuní con los chicos.
En el camino quedé con la chica de esta semana. Al parecer la nueva será de la siguiente semana, para mi suerte todavía hay chicas que no le temen a Donna y sus amenazas.

-Nada- afirmé desconcertado por su pregunta- ¿Por qué lo dices?-

-Tienes cara de estar concentrado y molesto por algo- aseguró Cheryl mientras dejaba salir el humo de su cigarro. Solté una sonora carcajada.

Es sólo que Donna me revienta- mentí. El recuerdo de mi madre me había estado persiguiendo desde la clase de baile con Betty- No sé cómo pude ser capaz de relacionarme con ella- dije. En ese momento Donna pasó por el estacionamiento, se volteó y a pesar de todo me saludó agitando su mano derecha. Y en ese preciso instante una brisa soplo levantandole la falda.- Está bien, tengo una breve noción del porque- terminé aceptando al ver sus piernas.

-Me das asco, amigo- dijo Archie- Tú no discriminas a ninguna- me acusó y yo absorbí un poco de mi cigarro.

-Es la envidia la que te hace hablar- le afirmé.

-No- intervino Cheryl- Esta vez tengo que estar de acuerdo con Archie, no conoces los límites Jughead. Uno de estos días alguien te dará una lección- dijo como abuelita.
Yo revoleé los ojos y lo dejé pasar.

-Pero mientras tanto, soy feliz con mis conquistas- repuse con una sonrisa de autosuficiencia.

-¿En verdad lo eres?- pregunto Archie con cara de preocupación y alzando una ceja.

-Por supuesto- afirmé-¿Acaso tú no lo eres?- le devolví la pregunta.
Él sólo se encogió de hombros.

-Ciertamente, me gustaría estabilizarme un poco- confesó y yo no pude más que quedarme callado.

-Es cierto- le siguió Cheryl- esto ya empieza a aburrirme- confesó encogiéndose de hombros. Trague saliva.

-¿Bromean, cierto?- Dije con temor a perder a mis amigos y ellos solamente soltaron unas risitas maquiavélicas- ¡Son unos idiotas!- les dije

-¡Debiste de haber visto tu cara!- exclamó Archie en medio de una sonora carcajada.

Pero mi mirada se distrajo al ver a mi nueva compañera cruzado el estacionamiento. La miré bien, ella se subió a un auto plateado del cual no pude ver al conductor. Pero lo tarde en reconocer el vehículo.
Tan seguro como que el cielo es azul estoy seguro de que ese auto es de Brett Weston Wallis. El tipo cruza la carrera de arquitectura.

-Mejor aún, deberías ver tu cara ahora- demando Cheryl- Te has puesto morado, deberías respirar con más naturalidad. Te recomiendo el yoga- solo gruñi.

-No te gusta que se te adelanten, no?- dijo Archie mirando el auto que yo miraba.

-No- gruñi una vez más sintiéndome descubierto por mis amigos. Luego absorbí un poco más del cigarrillo y lo arroje. Me monté en la moto- Pero igual tengo a muchas otras esperando-

-¡Así se habla!- exclamó Archie contento.

-Me agrada cuando eres así de optimista- declaró Cheryl.
Ellos también subieron a sus vehículos y salimos del estacionamiento.

Esta noche decidimos salir al bar de siempre. Aunque Cheryl se puso tenuemente al principio por el hecho de que mañana tenemos clases. Eran cerca de las 11:38 p.m y yo aún quería tomar unos tragos más, fumar y seguir jugando pool con Archie pero la sensatez de Cheryl estaba por demandarnos en cualquier momento.