—Finalmente nos honras con tu presencia... príncipe Shen-Lee. Toma asiento, disfruta de la cena con nosotros.
Varios hombres de mucha influencia en Xing acompañaban a Chan-Lee a la mesa. Shen observó con detenimiento a cada uno, en el pasado todos lo despreciaron e insultaron, y ahora los tenía a todos vulnerables y de frente. El Shen de antes seguramente ya les habría cortado sus cabezas sin dudar.
—No tengo hambre —contestó él dragón fríamente.
—Vamos príncipe, no sea así.
—¿Príncipe? Es la mejor broma que he escuchado por aquí.
—Deja tu modestia a un lado Shen-Lee. Todo aquí saben que eres hijo de la princesa Mei —dijo Chan-Lee.
—Me alegra oír eso. Será más fácil poner las cartas sobre la mesa. No sé qué quieren, no sé cuál es su objetivo, y no me interesa la verdad. Pero si voy a dejar clara la recompensa que quiero.
—¿Recompensa? ¿Te crees en la posición de pedir una recompensa? —objetó uno de los hombres.
—¡Lo estoy! Por lo visto ustedes necesitan más de mi que yo de ustedes —Shen mostró su cínica sonrisa —. Tranquilos, no quiero algo como una fortuna o sus cabezas en una bandeja.
—Al grano Shen-Lee —ordenó Chan-Lee.
—Si tenemos éxito, está información se queda aquí. Todo rastro y documento de mi relación sanguínea paterna y materna será destruido. Shen-Lee muere en la batalla final. ¿Entendido?
—¿Qué esperas ganar con eso? —preguntó uno de los presentes.
—Si salgo vivo de esta, voy a cortar todo lazo con este país de mierda. Puertas abiertas para salir sin restricciones, para mí y mis compañeros. Por supuesto, yo me comprometo a mantener el secreto de mi origen y cualquier otra información sobre Xing.
—Tienes agallas niño. No recuerdo que fueras así.
—Ya no sigo sus órdenes. Ya no soy un guardián y los títulos y deberes ya no se interponen en mi camino. ¿Tenemos un trato?
—¿Para qué buscas libertad? —Preguntó Chan-Lee —. En tu condición...
—¡Eso es algo que no le incumbe a nadie aquí! —interrumpió Shen —. Lo que haga o deja de hacer con mi vida es problema mío.
—¿Es por los humanos? —Chan-Lee extrañamente parecía curioso.
—Eso no es importante.
—¡Claro que si es importante!
—¿A qué viene tu preocupación viejo? ¿Veinte años no son suficientes para ti? Porque para mí si lo fueron.
—Mis asuntos contigo no han acabado Shen —bramó Chan-Lee notablemente irritado.
—¿Asuntos? Tú y yo no tenemos asuntos. Todos tus asuntos son con los fantasmas de tu pasado.
—¡Te cuidado con tus palabras Shen-Lee! —amenazó Min-Ha poniendo su mano sobre el hombro de Shen.
—No Min-Ha, tu eres el que debe tener cuidado —Shen hizo a un lado la mano de Min-Ha —. Todos aquí deberían, no crean que ya se me ha olvidado todo. Ninguno aquí está en mi gracia.
—Shen —dijo Chan-Lee —. No olvides a tus compañeros, te advierto que...
Apenas Chan-Lee pronunció esas palabras, la mesa voló a un lado, los presentes se alejaron a las orillas de la habitación y Min-Ha transformó sus brazos y sus colmillos crecieron. El anciano tragó saliva, manteniendo la calma en todo momento como el veterano que era. Una fina hoja de oscuridad reforzada por magia del edén rosaba su garganta, la mirada de Shen intimidaba a todo el que la viera. Sin duda alguna acabaría con el viejo si pensaba que eso era lo que hacía falta.
ESTÁS LEYENDO
Fairy Tail: Valhalla
FanfictionEl final de una historia siempre es el comienzo de otra. Después del rey dragón y el mago negro, nuevos y poderosos enemigos se aproximan. Héroes legendarios, grandes reyes dragón y criaturas de pesadilla acechan desde las sombras a la nueva generac...